El pan de vida

 Jesús ofreció todo de Él, pero… tú ¿ya aceptaste todo de Él?

La Navidad no es una historia sobre un bebe que nace, la navidad es la historia de “La Palabra” haciéndose carne, El Dios eterno se hizo carne y caminó en esta tierra para morir por nuestros pecados en la cruz, sólo Dios podía hacer eso, por eso Jesús podía decir, “Yo y el Padre uno somos” eterna relación de la Deidad, Juan dice, aquí es donde tienes que empezar

Que gusto poder estar junto a ustedes una vez más. Me gustaría empezar contándoles algo de mis actividades. Mira, a veces, los viernes por la noche, Lori y yo vamos a un restaurante de comida mexicana, el problema es que casi siempre estoy lleno de golosinas antes de la comida. Debería tener más disciplina con esto, pero no la tengo, siempre estoy lleno antes de la comida y aun, así como más y más, cuando termino me siento completamente lleno, camino afuera del restaurante y digo: “Lori, nunca más voy a comer” y en la mañana siguiente estoy sentado en la mesa comiendo otra vez. El alimento nunca satisface por mucho tiempo ¿verdad? podemos pensar que estamos llenos, pero en unas horas seguro que volveremos a comer otra vez, este es un proceso que se repite cada día.

Las cosas materiales tampoco nos satisfacen, Jesús dice: “yo soy tu sustento principal” no tienes que ir a ningún otro lugar, espiritualmente hablando, tú nunca volverás a tener hambre otra vez, espiritualmente nunca volverás a tener sed, mira Juan 6, versos del 37 al 40, puedes marcar esto en tu Biblia, esta es una tremenda declaración, aquí está el plan de salvación.

“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” Esta declaración está repleta de verdades teológicas, tres cosas rápidamente:

Primero: aquí está el misterio de lo que hablamos cuando estudiamos el libro de Romanos sobre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana, dice: “todo lo que el Padre me da vendrá a mí” Dios es el que hace el trabajo en el corazón del hombre, “y al que a mí viene” aquí hay una responsabilidad humana, este es el misterio de la soberanía de Dios y la responsabilidad humana, pero Dios es el que trabaja en el corazón. Es en el corazón donde todo comienza.

En segundo lugar, mira los versos 38 y 39 “Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada” Las vidas que vienen a Jesús están seguras y protegidas, Él nunca va a perderlas y va a darles vida eterna, por cierto, ¿has hecho esto? ¿Te has acercado hasta Jesús? ¿has confiado en Cristo como la única manera en la que puedes tener una relación con el Dios vivo? Va a llegar el tiempo cuando necesites tomar esta decisión, confiar en Jesucristo como el único camino para tener una relación con Dios, esto es en lo que creemos, esta es la fe salvadora. ¿Crees en Dios? ¿Crees que Jesús vino a este mundo?  Tú debes saber lo que dice la Biblia acerca de todo esto y estar de acuerdo con ello.

En tercer lugar, está la confianza, así que puedes saber todo acerca de Dios, estar de acuerdo en que envió a su hijo a morir en una cruz por tus pecados, celebrar la Navidad y la Pascua, pero la única manera de tener una relación con Dios es creer en Jesús, ¿Crees en Jesús?

Cuando él dijo: “Yo soy el pan de vida” y particularmente cuando dijo: “Yo soy el pan de vida que descendió del cielo” Sólo Dios desciende del cielo ¿verdad? aquí tenemos un problema, a ellos sólo les interesaba la comida gratis, a todos nos gusta la comida gratis, pero ellos no están listos para escuchar que Jesús es Dios. El versículo 42 dice que Jesús es el pan que descendió del cielo, y quienes lo escucharon debieron decir cosas como: “tienes que estar bromeando, este es el hijo de José, conocemos a su padre y sabemos quién es su madre” ¿Cómo puede decir Jesús: “he descendido del cielo?”

Jesús dijo en el versículo 45: Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre. De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida” (Juan 6:45-48) Este pasaje nos recuerda que es Dios quien trabaja en el corazón y atrae a la gente a sí mismo. El hombre natural puede estar delante de Dios gracias a Jesús, somos salvos por el poder y la gracia de Dios.

 Mira Juan capítulo 6 versos del 48 al 53, Jesús está diciendo cosas muy importantes aquí: “Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” Cuando Jesús dijo esto, era algo completamente repulsivo para los que lo escuchaban, porque los judíos, no participaban de la sangre de ningún animal, mucho menos de la sangre de un humano, pero ¿Qué es lo que está diciendo Jesús?

Leamos el versículo 54 hasta el 58, “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.”

Para algunos esta enseñanza fue algo muy difícil de entender y de aceptar, ahora, obviamente aquí Jesús está hablando en una metáfora, la carne y la sangre representa la totalidad de la persona de Jesús, Él está diciendo: “tú debes aceptar todo de mí” aquí está hablando de la comunión, “tienes que aceptar todo de mí, no puedes elegir”, Jesús también les ésta informando anticipadamente de su muerte en la cruz, Él va a entregarse, su sangre va a derramarse por nosotros, su cuerpo va a ser entregado por nosotros y tenemos que aceptar esta obra en la cruz, no podemos escoger.

Nuevamente quiero preguntarte: ¿Ya has hecho esto?

Quiero contarles una historia ¿Cuántos de ustedes han visto la imagen de una niña llorando con quemaduras en su cuerpo? esta foto fue la ganadora de un premio Pulitzer, fue tomada en 1972 cuando aviones estadounidenses atacaron la aldea vietnamita del Trang Bang, es la imagen que demuestra la tragedia y el horror de la guerra. La niña en esa foto se llama Kim Phuc, en ese entonces tenía 9 años, su aldea fue bombardeada, ella estaba escondida en un edificio cuando cayeron las bombas, ella y su familia comenzaron a correr por la calle, entonces el napalm los alcanzó y toda su ropa se prendió en fuego, ella en la foto está desnuda porque se había arrancado la ropa y bajaba por la calle gritando “demasiado caliente, demasiado caliente” Cuando el periodista vio esta escena, apenas tuvo tiempo para hacer su fotografía, inmediatamente pusieron agua sobre sus quemaduras, justo después de esta foto ella se derrumbó y fue llevada a un hospital, no esperaban que sobreviviera, pero por la gracia de Dios lo hizo, Kim creció en su ciudad natal y aprendió su religión ancestral, al ir creciendo fue conociendo algo sobre otras religiones así que la confusión llegó a su mente.

En algún punto, alguien le dio un Nuevo Testamento, y empezó a leer acerca de este hombre llamado Jesús, esto es lo que ella dijo: “Entonces un día miré al cielo y le pregunté a Dios ¿eres real? ¿existes? Por favor ayúdame”, fue un día en la Navidad de 1982 que, a los 19 años, Kim puso su confianza en Jesucristo y lo aceptó como su salvador personal. Hay alguien más en esta historia, no está en la fotografía, es un hombre al que llamaremos John, él fue el que lanzó el ataque aéreo sobre la aldea de Kim y esa imagen le atormento durante años, él decía que no pasaba un solo día, sin que pensara en esa niña, ahora, él sabía su nombre a través de la fotografía, John se refugió en el alcohol, se divorció de su esposa, la madre de sus cuatro hijos, y pasó muchos años lejos de Dios.

En 1990 John regresó a la fe de su juventud y confío nuevamente en Jesucristo como su Señor y Salvador, ordenó su vida nuevamente en torno a Cristo, pero esa foto aún lo perseguía, en octubre de 1996 él escuchó que Kim estaría hablando para los veteranos de Vietnam y sabía que de alguna manera, él tenía por lo menos que ir para escuchar sus palabras, a través de algunos amigos mutuos, se organizó una reunión y él quiso pedirle perdón, así es como él describe esta reunión: “ella vio mi dolor y mi tristeza, extendió sus brazos hacia mí y me abrazó, yo sólo podía decir lo siento, lo siento mucho, lo siento una y otra vez, al mismo tiempo ella estaba diciendo: “está bien, yo te perdono, yo te perdono””

Kim Phuc dijo que durante muchos años ella abrigó la venganza en su corazón, no fue sino a través de Cristo que aprendió a perdonar y a lo largo de los años esas palabras de perdón sanaron su corazón, John dijo, después de la reunión, que se sentía libre, liviano, al fin estaba en paz.

Esperamos que puedas acompañarnos en nuestro siguiente programa, dónde estaremos viendo a Jesús ofrecer todo de Él, y tú ¿ya aceptaste todo de Él?

Que Dios te bendiga

 

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