Características de una iglesia misionera

Nuevamente llegamos hasta usted para compartir algo mas del interesante tema que estamos desarrollando “La obra de Jesucristo después de su ascensión, por medio del Espíritu Santo” en contados instantes David Logacho estará frente a este micrófono para seguir compartiendo con nosotros este estudio.

I. Introducción. Saludos y bienvenida. Estudio de Hechos en la serie: La obra de Jesucristo después de su ascensión, realizada por medio del Espíritu Santo. A inicios del capítulo 12 de Hechos parecía que Herodes lo tenía todo bajo su control y que la iglesia estaba perdiendo la batalla. Pero al final del mismo capítulo, Herodes está muerto y la iglesia está rebosante de vida. ¿Cuál fue el secreto? Pues, una iglesia que oraba. El poder de la oración. Cuando estaba en problemas, una misionera solía orar de esta manera: Si este obstáculo proviene de ti, Señor, lo acepto; pero si proviene de Satanás, lo rechazo a él y a todas sus obras en el nombre del Calvario. Dios obra cuando la iglesia ora y Satanás todavía se pone a temblar cuando el más débil de los santos dobla sus rodillas para orar. En lo que va de nuestro estudio bíblico, hemos visto como la palabra del Señor crecía y se multiplicaba a pesar de los reiterados intentos del enemigo por destruir la obra del Señor. Los discípulos del Señor Jesucristo fueron testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria y apenas comenzaba a predicarse el evangelio en las regiones más distantes. Pero el mandato claro y específico del Señor fue ser testigos hasta lo último de la tierra. Esta última parte estaba faltando. Pues a partir del capítulo 13 de Hechos vamos a ver como los discípulos del Señor llevan el mensaje del evangelio hasta lo último de la tierra. En los primeros 12 capítulos de Hechos, la figura de Pedro aparece profusamente desde el centro de operaciones para el progreso del evangelio ubicado en Jerusalén, pero a partir del capítulo 13, la figura de Pedro prácticamente desaparece y surge vigorosamente la figura de Pablo, desde el centro de operaciones para el progreso del evangelio ubicado en Antioquía. En el capítulo 13 de Hechos encontramos lo que se llama el primer viaje misionero de Pablo. Allí encontramos las características de una iglesia misionera.
II. Hechos 13:1-3 dice: Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Aquí tenemos una iglesia misionera. Estaba ubicada en Antioquía, en la provincia romana de Siria, a unos 480 Km. al norte de Jerusalén, a las riveras del río Orontes. La iglesia fue fundada por creyentes judíos que huyendo de la persecución que se desató en Jerusalén, a raíz de la muerte de Esteban, llegaron y se establecieron en Antioquía. La iglesia estaba formada por judíos creyentes y gentiles creyentes. A esta iglesia fue enviado Bernabé desde Jerusalén y se quedó allí. Bernabé invitó a Saulo a trabajar junto a él en la iglesia en Antioquía. En el pasaje bíblico leído notamos algunas características de una iglesia misionera. Primero, era una iglesia que no descuidaba la palabra de Dios. Los profetas y maestros estaban dedicados a predicar y enseñar la palabra de Dios. No se puede hablar de iglesia misionera cuando la palabra de Dios no es la base o el fundamento de su doctrina y práctica. Segundo, la obra dentro de la iglesia no era realizada sólo por una persona, el pastor, sino que había varios profetas y varios maestros. El concepto de una iglesia con un solo pastor que hace todo en la iglesia no es bíblico. Las iglesias deben tener una pluralidad de líderes, más de uno. En la iglesia en Antioquía estaba Bernabé, nombre que significa Hijo de consolación, cuyo nombre original era José, levita, natural de Chipre, varón bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Estaba Simón el que se llamaba Níger. Por su nombre, debe ser un varón nacido en una comunidad judía en Africa. El significado del nombre Níger, es negro. Tal vez era de raza negra. Estaba Lucio de Cirene, a lo mejor fue uno de los creyentes que participó en la fundación de la iglesia en Antioquía, según Hechos 11:20. Estaba Manaén, uno que se había criado con Herodes el tetrarca. Alguien muy cercano al perverso Herodes Antipas, el que gobernó en Galilea durante el ministerio público de Cristo. Este fue el Herodes que ordenó decapitar a Juan el Bautista. Tetrarca significa uno que gobierna la cuarta parte de algo. Herodes Antipas gobernaba la cuarta parte de lo que antes reinaba su padre el renombrado Herodes el grande. Interesante que a pesar de la influencia perniciosa de Herodes Antipas, Manaén se convirtió al Señor y llegó a ser uno de los profetas o maestros en la iglesia en Antioquía. Y por supuesto estaba también Saulo de Tarso, el otro hora perseguidor de la iglesia pero ahora ardiente defensor e impulsor de la iglesia. Por ahora, Saulo aparece al último de la lista, pero muy pronto llegaría a ser el primero de la lista. Tercero, era una iglesia donde se cultivaba la comunión con Dios y el servicio. Dice el texto que los profetas y maestros ministraban al Señor y ayunaban. Cuando este texto habla de ministrar se refiere al servicio que un sacerdote realizaba en el templo. Los profetas y maestros en la iglesia de Antioquía se ocupaban de su comunión personal con Dios y su servicio al Señor era simplemente un resultado de eso. Ellos tenían claro que la comunión es más importante que el servicio. Cuarto, era una iglesia que se interesaba por los perdidos. Sólo así se explica que el Espíritu Santo haya comunicado su voluntad de que se aparte a Bernabé y a Saulo para la obra de llevar el mensaje del evangelio a lejanas tierras. Seguramente fue uno de los profetas quien habló guiado por el Espíritu Santo en el sentido que Bernabé y Saulo deben ser apartados para la obra de llevar el evangelio hasta el fin del mundo conocido de su época. Me llama poderosamente la atención que el Espíritu Santo escogió a dos varones, Bernabé y Saulo quienes estaban muy ocupados en servir al Señor en la iglesia en Antioquía. A veces pensamos que Dios llama a personas que no tienen nada que hacer y no pocos creyentes, se pasan sin hacer nada vanamente esperando que Dios les llame a hacer algo en su obra. Pero no hay tal. Dios siempre llama a personas que ya están muy ocupadas en su obra, para enviarles a hacer algo que él quiere en su voluntad. Si Usted desea ser usado por el Señor en forma poderosa, póngase a trabajar inmediatamente en la iglesia en cualquier cosa que se presente. En la obra del Señor no existe obra que sea más digna que otra. Para el Señor tan importante es la predicación de la palabra, como el hacer el aseo del templo donde se reúne la iglesia. Cuando Ud. se meta de lleno a servir al Señor, verá como el Señor mismo le llamará para hacer cosas más grandes para él. Bernabé y Saulo estaban con las manos llenas en la obra del Señor en la iglesia en Antioquía, pero fue a ellos a quienes escogió Dios para salir de la iglesia en Antioquía e ir a regiones distantes a predicar el evangelio. Quinto, una iglesia misionera es la que se identifica plenamente con sus misioneros. Bernabé y Saulo han sido llamados para dejar su servicio en la iglesia en Antioquía y emprender el viaje a lugares distantes para proclamar las buenas nuevas de Salvación. ¿Qué hizo la iglesia? Pues apoyó totalmente. Dice el texto que habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. Toda la iglesia en Antioquía, a una se identificó plenamente con Bernabé y Saulo. Debe haber sido hermoso ver a toda la iglesia unánime en oración y ayuno a favor de Bernabé y de Saulo. Luego de orar y ayunar, tal vez los otros tres de los cincos profetas y maestros que había en Antioquía impusieron sus manos sobre Bernabé y Saulo y los despidieron. La imposición de manos no tiene nada que ver con impartir algún don espiritual sobre Bernabé y Saulo. Los dones espirituales fueron dados por el Espíritu Santo como él quiere. La imposición de manos fue una forma de decir a Bernabé y a Saulo: Nosotros, la iglesia toda en Antioquía, estamos con Ustedes. Ustedes van con la autoridad de esta iglesia en Antioquía. Nosotros vamos a estar ayunando y orando a favor de ustedes. Es posible inclusive que dentro de esto se contemple un compromiso de sostener económicamente a los misioneros. Estas son las cinco características de una iglesia misionera. Bernabé y Saulo están listos para dar comienzo al primer viaje misionero. En nuestro próximo estudio bíblico vamos a ver a dónde llevó este primer viaje misionero a estos intrépidos varones. Mientras tanto, permítame una pregunta: La iglesia donde Ud. se congrega, ¿es una iglesia misionera? ¿A cuántos misioneros ha enviado? ¿A cuántos misioneros está apoyando económicamente? La iglesia que ha perdido de vista su carácter misionero es una iglesia que está condenada a desaparecer.

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