“Multiplicando mi influencia”

Cuando Pablo nos dice qué debe caracterizar a una persona que va a dejar un impacto duradero, el dinero está en la lista. El dinero no es el problema, el problema es nuestra actitud ante el dinero.

 Tus afectos guían tu viaje. Pueden agitarte por un camino angosto con eterna influencia exponencial o hasta un lugar sin salida donde tu recompensa debe ser dejada atrás. En el programa de hoy, Ron Moore nos muestra la vía estrecha que conduce a un legado duradero y nos dice dónde encontrarlo.

En el capítulo 16 del Evangelio de Lucas, Jesús les contó a sus discípulos una parábola. Una parábola es una historia que usa para ilustrar la verdad. Y contó la historia sobre cómo las personas manejan el dinero. Jesús cerró su enseñanza con estas palabras: «Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.» (Lucas 16:13). Ahora, curiosamente, los fariseos no eran la audiencia principal con la que Jesús estaba hablando, pero aun cuando estaban escuchando ellos no apreciaban lo que Jesús estaba diciendo. Lucas capítulo 16 versículo 14 dice: «Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él. Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.” Un fascinante pasaje de las Escrituras. Jesús está enseñando a los discípulos sobre el dinero y a los fariseos que aman el dinero no les gustó y se burlaron de Jesús por su enseñanza, pero los fariseos no son los únicos que intentan justificar sus acciones cuando se trata de dinero, ¿o sí?

Estamos involucrados en esta serie de sermones sobre el legado y hemos enfatizado que somos nosotros los que debemos ser dueños de nuestra influencia. Nadie más puede tener tu influencia en tu mundo, en tu familia, en tu trabajo o en tu escuela. Hagas lo que hagas, eres tú quien lo debe hacer. Y hemos enfatizado que es la forma en que vives hoy lo que impactará en lo que dejes mañana.

Hay una letra de una canción que dice: «Venimos a este mundo sin nada y lo llevamos con nosotros cuando nos vayamos. El primer y último aliento no importa, todo lo que importa son todos los suspiros que están en el medio.» Esto es lo que hemos estado tratando de enfatizar a lo largo de esta serie; la forma en que vivas hoy determinará qué es lo que dejas mañana. Toma tu Biblia y vuelve conmigo al Nuevo Testamento, al Libro de 1 Timoteo. Estamos viendo estas tres cartas: 1 y 2 de Timoteo y Tito como marco de nuestro estudio. Estas cartas también se llaman Epístolas Pastorales. Estamos viendo algunos rasgos del carácter que Pablo le dio a Timoteo, ya que él debía elegir ancianos en la iglesia de Éfeso.

Timoteo está en Éfeso y Pablo dice que estas son las calificaciones que debes usar para elegir a los líderes de la iglesia. Entonces, esta lista es principalmente para los líderes de la iglesia, sin embargo, esta lista de características se aplica a todos porque vemos estas características en toda la Escritura, por lo que nadie está exento.

Vemos ante todo que debes tener una vida de pasión, tienes que desear poseer tu influencia. Una vida cristiana no se puede vivir alineada, debes demostrar que crees en algo no sólo para morir sino para vivirlo para que seas irreprochable, sin rasgos de escándalo, debes ser de integridad, debes vivir una vida familiar integra, debes ser fiel a tu esposo, a tu esposa, incluso con sus hijos, debes estar emocionalmente equilibrado, ser templado y debes estar autocontrolado, ser respetable y tu obediencia debe fluir de la identidad espiritual. Debes saber quién eres en Cristo y debes ser hospitalario, debes invitar a las personas a tu corazón imperfecto, debes ser capaz de enseñar en tus acciones.

Y ahora, me tomaré un momento para hacerte unas preguntas, ¿Has adquirido la Palabra de Dios?, ¿crees en la Palabra de Dios? y ¿comunicas la Palabra de Dios? Recuerdas que uno siempre estará enseñando; puede ser desde un escenario, en un salón de clases, puede ser con una taza de café en la mesa de la cocina, desde donde estés, siempre debes comunicar la Palabra de Dios. También vimos que debes ser gentil y, en el último programa vimos que debes tener tu fuerza bajo control.

Bien, ¿Qué te parece si vamos a 1 Timoteo capítulo 3 versos del 1 al 3? Volvamos a repasar estas calificaciones una vez más «Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; » El tema del dinero se aborda a través de las Escrituras y es justamente de eso de lo que quiero hablar el día de hoy.

Randy Alcorn en su libro “El principio del tesoro” dice que: “para muchas personas, la vida es como buscar un tesoro. Se pasan toda la vida buscando riquezas y posesiones que piensan que eso los hará felices. Pero nunca llegan a estar satisfechas.” Así que, no es una sorpresa que Pablo coloque el tema del dinero dentro de las características que deberían estar en la vida de una persona que va a dejar un impacto duradero. Ahora, quiero dejar en claro que el dinero no es el problema, el problema es cómo lo usamos, el problema está en nuestro corazón; podrías ser muy pobre y ser un amante del dinero o podrías ser extremadamente rico y no ser un amante del dinero. Mira, un amante del dinero buscará ganar dinero de todas las formas posibles y mantendrá el deseo de mantener el dinero a toda costa.

Es así como Pablo introduce el tema del dinero, en el capítulo 3 de 1 Timoteo, versículo 3, y profundiza sobre este mismo tema más adelante. Así que vamos a 1 Timoteo capítulo 6, aquí Pablo se dirige a dos grupos. Esto es muy instructivo y muy interesante.

Pablo se dirige primero a aquellos que desean enriquecerse, porque hay personas en el mundo que desean enriquecerse desesperadamente, ellos están haciendo cualquier cosa para ganar dinero y adquirir riqueza. Ahora el segundo grupo del que Pablo habla son los que ya son ricos, ellos ya han acumulado montones de dinero. Y Pablo da instrucciones a ambas personas. Comencemos con aquellos que quieren hacerse ricos; mira el capítulo 6 versículos del 3 al 5 de 1 Timoteo, Pablo dice: » Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.»

Así que, aquí en el tiempo de Pablo allí mismo en Efeso, había personas que estaban en la iglesia enseñando doctrina falsa y lo hacían para ganar dinero. Hay dos cosas que veremos aquí y que también están sucediendo hoy en día. Todos sabemos que hay muchos en el ministerio cristiano que han usado personas y ministerios para obtener beneficios económicos, ellos le han dado, a mucha gente, un mal sabor de boca acerca del cristianismo; la enseñanza falsa siempre dejará a las personas desilusionadas y los falsos maestros dejarán la destrucción en su camino.

En segundo lugar, están aquellos que enseñan una falsa doctrina llamada prosperidad del evangelio. Puedes verlo en todas las formas y modas actuales, de hecho, si vas a la librería cristiana, te prometo que tres de los 10 libros principales tendrán algún tipo de evangelio de prosperidad y lamentablemente esto siempre deja a las personas desilusionadas. Si alguna vez escuchas a alguien que te va a prometer salud, que te promete más dinero, que te promete todas las cosas buenas pues entonces esa persona está enseñando doctrina falsa. Usted no ve nada de eso en las Escrituras. ¿Recuerdas lo que Jesús dijo? Él dijo en Juan 16 verso 33: «En el mundo tendréis ¿qué? «aflicción»

Mira, vivimos en un mundo pecaminoso por lo que no podemos perseguir esas cosas. Pablo escribe para aquellos que desean grandes ganancias financieras, y les dice: Mire 1 Timoteo 6 el versículo 3 al 5, «Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.”

Ahora, ¿Quieres ganancia? Escucha esto: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento» (1Timoteo 6:6) Mira, el impulso de enseñar la piedad es el paquete completo de la vida cristiana; venir a Cristo, crecer en Cristo, estar basado en Cristo, compartir a Cristo, eso es todo el paquete y una vida piadosa hace todo eso.

Pablo dice que cuando eres piadoso, estás en Cristo y estás viviendo en Cristo. Ahora la piedad no tiene nada que ver con las posesiones materiales. Podrías ser extremadamente rico y piadoso o puedes ser extremadamente pobre y ser también piadoso. Mira, yo he conocido a muchos creyentes, del mundo entero; en los barrios marginales de: la India, de Nairobi, Kenia, en las aldeas pobres de Sri Lanka, y esos fueron lugares donde vi piedad sincera, ellos eran personas piadosas y no tenían ni dos monedas de cinco centavos para comprar algo juntos y, por otro lado, he conocido personas que son extremadamente ricas y también son piadosas. ¿Los ves? No es un problema de lo que tenemos, no es un problema físico, es un problema de nuestro corazón. Entonces, Pablo dice que las ganancias financieras no son la verdadera felicidad, la verdadera felicidad es estar contento en Dios. Y tú ¿estás contento con lo que eres en Jesucristo?

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