Ejemplo de Daniel

Es muy grato para mí saber que Usted nos está escuchando. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando el libro de Daniel. En nuestro último estudio bíblico, dejamos a los enemigos de Daniel muy satisfechos, tal vez hasta festejando, porque su ardid para acabar con Daniel había dado resultado y Daniel había sido arrojado al foso de los leones. Sacando a Daniel del camino, no había obstáculo para que cometan todo tipo de corrupción en el gobierno. Pero también dejamos al rey Darío acostado en ayunas en la cama real, totalmente apesadumbrado porque había sido obligado a arrojar a su fiel amigo Daniel al foso de los leones. Finalmente dejamos a Daniel encerrado en el foso en compañía de los feroces leones. Veamos qué es lo que sucedió después.

Abramos nuestras Biblias en Daniel 6:19-28. Lo primero que notaremos es al rey Darío madrugando hacia el foso de los leones. Daniel 6:19-20 dice: El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones.
Dan 6:20 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones?
Como no pudo dormir toda la noche, por el pesar que le causaba haber ordenado que Daniel sea arrojado al foso de los leones, el rey Darío debe haber estado desesperado porque amanezca, para cerciorarse lo que había pasado con su fiel amigo Daniel. Parece que en lo más profundo de su corazón, el rey Darío guardaba alguna esperanza de que algún poder milagroso proteja a Daniel. Por eso fue que acercándose sigilosamente al foso de los leones llamó con voz triste a Daniel y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Resulta obvio que el rey Darío no tenía una relación personal con Jehová, el Dios de Israel y por eso no sabía lo poderoso que es. Sólo así se explica que haya puesto en duda el hecho que Jehová libre de los leones a Daniel. Jehová es quien creó a los leones, ¿cómo es que no va poder convertirlos en mansos gatitos mientras Daniel estaba cerca de ellos? De toda la creación, el hombre es el único que se atreve a desobedecer a Dios. Es verdad que Darío se refirió a Jehová como el Dios viviente, pero eso no significa que tenía una relación personal con Jehová. Algo que me llama una vez más mi atención, es el testimonio que tenía Daniel ante el rey. El rey Darío sabía perfectamente que Daniel servía continuamente a Jehová. Qué hermoso que sería que todos los que somos hijos de Dios tuviéramos el testimonio de servir continuamente a nuestro maravilloso Dios. En segundo lugar, consideremos la respuesta de Daniel. Daniel 6:21-22 dice: Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre.
Dan 6:22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.
¿Qué haría Usted si estuviera frente a frente a alguien que le condenó a muerte injustamente? Bueno, ese fue el caso de Daniel. Claro que Daniel sabía que el rey Darío no tenía toda la culpa, pero fue él quien confirmó el edicto y fue él quien le hizo arrojar al foso de los leones. Pero note que Daniel no guardaba ni el más mínimo resentimiento o rencor contra el rey Darío. Tratándolo con respeto, como siempre lo había hecho, dijo: Oh rey, vive para siempre. Hermoso ejemplo de no pagar mal por mal. En cierto sentido, Daniel estaba diciendo a Darío: A pesar que, aunque sin querer, trataste de quitarme la vida, yo a cambio deseo que vivas para siempre. Luego Daniel explicó como fue su liberación. Todo el crédito era para Jehová, su Dios. Fue Jehová, quien envió su ángel, el cual literalmente cerró la boca de los leones para que no le hagan ningún daño. El ángel de Jehová es una referencia al Hijo de Dios antes de su encarnación. Daniel debe haber pedido protección a Dios en oración y Dios contestó su oración enviando a Su ángel para que lo proteja. Esa es la promesa de Dios para Daniel y para todos los que somos suyos. Note lo que dice Salmo 34: 6-9 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
Psa 34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
Psa 34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
Psa 34:9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
Qué ironía. El rey estaba recostado en la confortable cama real en su lujoso palacio, mientras Daniel estaba recostado en el suelo, rodeado de feroces leones, en una oscura cueva. Sin embargo, el rey no podía dormir y Daniel durmió plácidamente. ¿Qué hizo la diferencia? Pues la presencia del ángel de Jehová. Si Usted ha recibido a Cristo como su Salvador, el ángel de Jehová, la persona de Cristo Jesús, está cerca de Usted, está en Usted, y no hay necesidad de temer, pues él también puede cerrar la boca, por decirlo así, de los leones que amenacen su vida. Daniel estaba seguro que Dios tenía que intervenir para librarle de los leones, porque en lo profundo de su ser sabía que era inocente de lo que sus enemigos le estaban acusando. Daniel también estaba seguro que Dios tenía que intervenir para librarle de los leones, porque no había hecho nada de malo en contra del rey Darío. En tercer lugar tenemos la inmediata respuesta del rey Darío. Daniel 6:23 dice: Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.
El rey no cabía de alegría al ver a Daniel sano y salvo. Dios estaba mostrando su incomparable poder para preservar la vida de los que en Él confían. Inmediatamente el rey ordenó que Daniel sea sacado del foso y así se lo hizo. Una vez afuera, parece que Darío ordenó que se haga un examen médico minucioso a Daniel para ver si había alguna lesión en su cuerpo. Los médicos habrán quedado asombrados al comprobar que Daniel no tenía ni un solo rasguño. Todo fue la obra de Dios en respuesta a la oración de un hombre que fue fiel a Él. ¿Sabe una cosa, amable oyente? Si somos fieles a Dios y le servimos como él nos pide, no debemos temer en absoluto lo que nos pueda pasar. En cuarto lugar tenemos el castigo para los enemigos de Daniel. Daniel 6:24 dice: Y dio orden el rey, y fueron traídos aquellos hombres que habían acusado a Daniel, y fueron echados en el foso de los leones ellos, sus hijos y sus mujeres; y aún no habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos.
Este fue el triste final de los enemigos de Daniel. No se trató de la venganza de Daniel. Fue el rey Darío, quien conforme a la justicia en su tiempo, lo decidió. Los pecados de los padres, afectaron no sólo a ellos sino también a personas inocentes como sus esposas y sus hijos. Los leones estaban tan hambrientos que las víctimas ni siguiera habían llegado al fondo del foso, cuando los leones se apoderaron de ellos y quebraron todos sus huesos. Diríamos que los atraparon en el aire. En quinto lugar, tenemos la ordenanza del rey Darío. Daniel 6:25-27 dice: Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada.
Dan 6:26 De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin.
Dan 6:27 El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.
Consciente de la grandeza y poder de Jehová, el Dios de Israel, por lo que acababa de ser testigo, Darío decidió emitir una ordenanza para toda la gente de su reino. Luego del saludo acostumbrado, Darío ordena que todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel. La razón para esto es porque Jehová es el Dios viviente, y permanece por todos los siglos. Siendo así, su reino jamás será destruido y su dominio es eterno. Jehová es tan poderoso que salva y libra, como lo hizo con Daniel, y hace señales y maravillas tanto en el cielo como en la tierra. Un pequeño ejemplo del poder y la grandeza de Jehová fue la manera como libró a Daniel del poder de los leones. Finalmente, en sexto lugar, tenemos la recompensa de Dios a Daniel por su fidelidad. Daniel 6:28 dice: Y este Daniel prosperó durante el reinado de Darío y durante el reinado de Ciro el persa.
Dios honra a los que le honran. Daniel tuvo una posición destacada durante todo el reinado de Darío y durante su reinado de Ciro el persa. Es la recompensa de Dios por la fidelidad de Daniel. Que sigamos todos su ejemplo.

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