El rey de Babilonia honra con creces a Daniel

Cordiales saludos amable oyente. Sea bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. El tema de estudio es el libro de Daniel. Estamos en la primera mitad del libro, la cual es eminentemente histórica, aunque no está exenta de profecías. En nuestro último estudio bíblico tratamos el asunto de la interpretación del sueño que tuvo Nabucodonosor. En este punto, permítame un paréntesis. El hecho que en aquel tiempo Dios haya comunicado algo mediante un sueño a Nabucodonosor y que Daniel haya interpretado ese sueño, no significa que hoy en día Dios sigue comunicando cosas mediante sueños y que se debe buscar a alguien para interpretar esos sueños. No olvidemos que todo lo que a Dios le ha placido revelar al hombre se encuentra ya registrado en la Biblia y si queremos saberlo debemos estudiar la Biblia con detenimiento. Fin del paréntesis. El sueño que tuvo Nabucodonosor, tuvo que ver con lo que ha de acontecer en lo por venir, desde el tiempo de Nabucodonosor hasta el establecimiento de un reino eterno que jamás será removido. La cabeza de oro de la imagen que vio Nabucodonosor en su sueño, representa al reino babilónico, el cual existió hasta el año 539 AC. El pecho y los brazos de plata de la imagen que vio Nabucodonosor en su sueño representan al reino Medo Persa, que comenzó en el año 539 AC y se mantuvo hasta el año 333 AC. El vientre y los muslos de bronce que vio Nabucodonosor en su sueño, representa al reino griego, el cual se mantuvo en pie desde el año 333 AC hasta el año 63 AC. Las piernas de hierro y los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, representan al imperio romano. Un imperio fuerte como el hierro pero que a medida que iba pasando el tiempo se iba debilitando por las alianzas con otros pueblos y por su decadencia moral. En su forma final, el imperio romano estará conformado por una precaria alianza de diez reinos con sus respectivos reyes. Será en el tiempo de estos reyes cuando Dios levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre. En su sueño, Nabucodonosor vio una piedra no cortada con mano que hirió a la imagen en los pies y la imagen se desplomó y fue tan grande su ruina que fue reducida a polvo que se llevó el viento. La piedra representa al Señor Jesucristo en su segunda venida haciendo pedazos todo el poder de las naciones como paso previo al establecimiento de su reino eterno. Daniel puso como un sello de veracidad sobre su interpretación cuando dijo que el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.

Una vez que el rey Nabucodonosor escuchó de Daniel el sueño que había tenido y su interpretación, quedó totalmente asombrado. No era para menos. Se había encontrado cara a cara con algo genuinamente sobrenatural, algo que jamás había experimentado ni con el más preclaro de sus sabios, o de sus magos, o de sus caldeos. Veamos qué es lo que hizo. Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Daniel 2:46-49. En primer lugar tenemos al rey homenajeando a Daniel. Daniel 2:46 dice: Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que le ofreciesen presentes e incienso.
Sobrecogido de asombro, el famoso rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro en señal de humillación ante Daniel. Por supuesto que Daniel debe haber estado muy consciente que el crédito por saber el sueño de Nabucodonosor y su interpretación no le correspondía a él sino a Jehová, el Dios de Israel, pero Nabucodonosor no podía ver con sus ojos al Dios de Daniel, sino a su instrumento humano, Daniel, y por eso se humilló ante él de esta manera. Acto seguido, Nabocodonosor ordenó a sus súbditos que le ofrezcan presentes e incienso. Parece como si Nabucodonosor estuviera tratando a Daniel como si fuera una deidad, pero lo que estaba haciendo es honrar al Dios de Daniel por medio de su vocero. Esto es muy interesante amable oyente. Cuando honramos a Dios como él se merece, la gente incrédula reconocerá la presencia de Dios en nuestra vida, y esto resultará en alabanza y adoración para Dios y en una buena opinión hacia los que somos sus instrumentos. En segundo lugar tenemos al rey reconociendo la supremacía de Jehová. Daniel 2:47 dice: El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los misterios, pues pudiste revelar este misterio.
Esto confirma lo que veníamos diciendo. Levantándose del suelo donde se había humillado ante Daniel, Nabucodonosor habló a Daniel para reconocer la grandeza de Jehová, el Dios de Daniel. En su incipiente conocimiento de Dios, Nabucodonosor dice a Daniel que ciertamente el Dios de Daniel es Dios de dioses. No olvide que Nabucodonosor era politeísta, es decir que confiaba en varios dioses con “d” minúscula, pero por lo pronto está reconociendo que Jehová el Dios de Daniel, es superior a todos los dioses con “d” minúscula que él conocía. Lo que estaba faltando es que Nabucodonosor abandone a sus dioses con “d” minúscula y confíe únicamente en Jehová, el único Dios verdadero. No sea como Nabucodonosor, amable oyente. No ponga su confianza en el único Dios verdadero y al mismo tiempo en tantos dioses con “d” minúscula, como el dinero, el placer, la fama, el poder, el conocimiento, la presencia física y tantos otros, que inútilmente compiten con la soberanía del único y verdadero Dios. Pero Nabucodonosor dijo también a Daniel que Jehová, el Dios de Daniel, es Señor de los reyes. Esta confesión tiene que ver con la soberanía de Dios sobre los reyes de la tierra, incluido Nabucodonosor. La Biblia dice en Proverbios 21:1 Como los repartimientos de las aguas,
Así está el corazón del rey en la mano de Jehová;
A todo lo que quiere lo inclina.
Los reyes de la tierra, incluido Nabucodonosor, no están sino para cumplir con los inescrutable propósitos del Señor, Jehová, el único Dios verdadero. La única explicación válida para que Daniel haya podido revelar el sueño y su interpretación es que el único Dios verdadero estaba operando en él. En tercer lugar, tenemos al rey honrando a Daniel. Daniel 2:48 dice: Entonces el rey engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los sabios de Babilonia.
Nabucodonosor honró a Daniel de una manera más que generosa. Le dio posesiones, le hizo gobernador de toda la provincia de Babilonia y le nombró como jefe supremo de todos los sabios de Babilonia. Dios había cumplido con su propósito para Daniel. Ahora Daniel sabía para qué había tenido que pasar por tantas pruebas incomprensibles en su momento y en extremo dolorosas. No hay mal que por bien no venga, reza el popular refrán. La Biblia dice en Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Puede ser que este mismo momento esté pasando por pruebas complejas, amigo oyente, en lugar de desanimarse pensando que Dios se ha olvidado de Usted, yo le animo a poner su mirada en el propósito de Dios para haberle probado tanto y tan fuerte. Puede ser que por el momento no pueda ver con claridad el propósito, pero puede estar seguro que el propósito de Dios siempre va a ser bueno. Una vez un hombre logró sobrevivir a un naufragio. Aferrado a los escombros, este hombre se mantuvo a flote hasta que llegó a una isla deshabitada. Una vez recuperado del susto, usó su ingenio para construir una choza de hojas secas de palmera para refugiarse del sol y la lluvia. Poco a poco, con lo que encontró en la isla logró fabricar algunos artefactos para poder sobrevivir. Cierto día salió a pescar y mientras estaba en el agua contempló absorto como su choza ardía en fuego. Nada pudo hacer para apagar el incendio. Abatido y lamentando su mala fortuna, se tendió en la playa y se quedó dormido al abrigo de un cielo estrellado. A la mañana despertó con el ruido inconfundible de un barco que se acercaba. Cuando fue rescatado preguntó al capitán del barco, cómo es que supo que en aquella isla deshabitada había un náufrago. El capitán le miró extrañado y luego le dijo: Por el humo de la fogata que encendiste cuando nosotros estábamos a decenas de millas de distancia. Todas las cosas ayudan a bien a los que a Dios aman. Finalmente en cuarto lugar, tenemos al rey colocando a los amigos de Daniel en su corte real. Daniel 2:49 dice: Y Daniel solicitó del rey, y obtuvo que pusiera sobre los negocios de la provincia de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abed-nego; y Daniel estaba en la corte del rey.
En su sabiduría como flamante gobernador de la provincia de Babilonia, Daniel quería rodearse de colaboradores íntegros y dignos de confiar. Pues nadie mejor que sus amigos Ananías, Misael y Azarías, a quienes los babilonios cambiaron de nombres y les pusieron Sadrac, Mesac y Abed-nego, respectivamente. Daniel presentó el asunto a Nabucodonosor y éste aceptó de buen agrado. La vida comenzaba a sonreír a Daniel y sus tres amigos. Después de la tormenta siempre viene la calma. Si Usted confía en Dios, dentro de poco, su tormenta se transformará en dulce calma.

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