El reino de los cielos en su etapa transitoria

Cordiales saludos amable oyente. Mi nombre es David Araya y quiero darle la bienvenida al estudio bíblico de hoy. Seguimos estudiando el Evangelio según Mateo en la serie que lleva por título: Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores. En esta oportunidad, David Logacho nos hablará de dos características más del reino de los cielos, durante su etapa transitoria entre la primera y segunda venida de Cristo.

CRECIMIENTO Y CORRUPCIÓN Qué grato es para mí estar nuevamente junto a usted por medio de esta emisora. Una vez que Jesús fue rechazado como el Cristo, o el Mesías, o el Rey de Israel, el reino de los cielos, sobre el cual Jesús debía reinar fue pospuesto. Mientras tanto, el reino de los cielos debía entrar en una fase transitoria caracterizada por lo que Jesús denominó los misterios del reino de los cielos. A través de parábolas, Jesús dio a conocer cuáles son esos misterios del reino de los cielos. Ya hemos visto dos de esas características a través de las parábolas del sembrador y del trigo y la cizaña. Hoy vamos a considerar otras características del reino de los cielos en su etapa de transición. La primera que vamos a examinar es su asombroso crecimiento. Jesús lo hace por medio de la parábola de la semilla de mostaza. Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Mateo 13: 31-32. La Biblia dice: Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.
Aquí tenemos a Jesús comparando al reino de los cielos en esa etapa transitoria, a lo que sucede cuando un hombre siembra en un campo fértil una semilla, o un grano de mostaza. Jesús y sus oyentes sabían muy bien que la semilla de mostaza era la más pequeña de todas las semillas que ellos conocían. La mostaza crece en Palestina en estado salvaje, pero también se la cultiva. Su crecimiento es asombroso puesto que llega a convertirse en un arbusto y después en algo muy parecido a un árbol, que en ocasiones bordea los tres metros de altura. Jesús invitó a sus oyentes a reflexionar en el hecho que este árbol se hace tan enorme que inclusive vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas. Esta es la parábola. El paso siguiente es su explicación. En el caso de esta parábola, a diferencia de las dos anteriores, Jesús no proporcionó una explicación, de modo que es necesario que el Espíritu Santo venga en nuestra ayuda para explicar el significado de la parábola del grano de mostaza. La explicación más aceptada es que la semilla o el grano de mostaza representa el minúsculo o humilde comienzo del reino. En sus inicios, el reino fue algo relativamente pequeño, que se reducía a un puñado de seguidores de alguien desconocido y despreciado por los poderosos de su tiempo al punto que fue crucificado, aunque sus seguidores defendían con pasión el hecho que había resucitado de entre los muertos. Pero sin embargo, en cuestión de poco tiempo, ese reino comenzó a crecer a pasos agigantados. El crecimiento fue tan inusual que el poder político de la época comenzó a preocuparse y trató de acabarlo por medio de la persecución, pero la persecución produjo un efecto contrario al que se buscaba, por cuanto alentó el crecimiento del reino. Hasta aquí no había ningún problema. El problema surgió cuanto el imperio romano, puso en práctica el popular refrán de: Si no puedes contra ellos, únete a ellos. Esto marcó el clímax de crecimiento del reino. El estado se había unido al cristianismo. Antes, la excepción eran los cristianos, después, la excepción eran los no cristianos. Pero este crecimiento inusitado del reino, no provenía necesariamente de Dios. El diablo tenía mucho que ver con ello. No olvide que la parábola decía que las aves de los cielos hacían nido en las ramas del árbol. En la parábola del sembrador, Jesús dijo que las aves de los cielos representan al malo, o a Satanás. Esto significa que el reino se convirtió en una guarida de Satanás y sus demonios. Esto lo podemos observar hoy en día con mucha claridad. Bajo el membrete de cristianismo hallan abrigo todo tipo de sectas falsas que tuercen la palabra de Dios para justificar sus erradas doctrinas. Bajo el membrete de cristianismo se hace mercado de la religión. Los mercaderes religiosos han amasado cuantiosas fortunas a nombre del cristianismo, vendiendo indulgencias, cobrando por los servicios religiosos, ofreciendo milagros y sanidades a cambio de generosas contribuciones. Estos son pocos ejemplos de las aves que anidan en ese gran árbol, que hoy por hoy es el reino en su fase intermedia. Son miles de millones los que se dicen cristianos, pero ¿cuántos de ellos serán verdaderos creyentes? Tal vez una mínima fracción. La forma final del reino, justamente antes de la segunda venida de Cristo, se la conoce como la gran Babilonia. Enorme en tamaño, pero enana en pureza espiritual y moral. Sobre esto clamó un ángel según Apocalipsis 18:2. La Biblia dice: Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. La parábola del grano de mostaza nos enseña entonces que en su fase interina, entre la primera y la segunda venida de Cristo, el reino de los cielos tendrá un asombroso crecimiento, pero no será un crecimiento saludable, por cuanto dará cabida a todo tipo de actividad maligna orquestada por Satanás. Pero en el reino de los cielos en su fase intermedia no habrá solamente crecimiento inusitado sino también corrupción inusitada. Sobre esto justamente nos habla la parábola de la levadura. Se encuentra en Mateo 13:33. La Biblia dice: Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
En este caso, Jesús está comparando al reino de los cielos en su fase intermedia, al efecto que produce la levadura que toma una mujer y lo esconde en tres medidas de harina. La levadura consiste en ciertos hongos unicelulares de forma ovoidea, que se reproducen por división; suelen estar unidos entre sí en forma de cadena, y producen enzimas capaces de descomponer diversos cuerpos orgánicos, principalmente los azúcares, en otros más sencillos. La levadura es cualquier masa constituida principalmente por estos microorganismos, y capaz de hacer fermentar el cuerpo con que se lo mezcla. En los tiempos bíblicos, la levadura consistía en una porción de masa reservada sin coser, que por si misma se fermentaba, y que mezclada con la masa misma servía para esponjar el pan antes de meterlo al horno. La levadura extiende rápidamente su efecto leudante en toda la masa en la que se encuentra. La mujer de la parábola toma la levadura, la esconde en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado. En el caso de esta parábola, al igual que con la anterior, Jesús no la explicó y nos corresponde explicarla bajo la guía del Espíritu Santo. Una interpretación común es que la masa representa al mundo y la levadura representa al mensaje del evangelio. Se explica la parábola en el sentido que el mensaje del evangelio penetrará hasta el último rincón de este mundo antes de que Jesucristo venga por segunda vez a la tierra y que en consecuencia todo el mundo será salvo. Esta explicación adolece de algunos errores y tal vez el mayor sea el pensar que todo el mundo se va a salvar por el solo hecho de haber sido expuesto al evangelio. Esto no es así, porque además de oír el mensaje del evangelio se necesita que el pecador que oye y entiende el mensaje del evangelio tome la decisión de recibir a Jesucristo como personal Salvador. Algunos lo harán, pero no todos. Pero, en la Biblia, la levadura ha sido siempre un símbolo del mal, o del pecado. Los judíos entendían que la levadura simbolizaba el pecado, cuando Dios pidió que se deshagan de la levadura en preparación para la celebración de la fiesta judía denominada pascua. Si alguien comía algo leudado entre el primero y el séptimo día de la fiesta de los panes sin levadura, era cortado de Israel. Jesús advirtió en contra de la levadura de los fariseos, saduceos y Herodes. Esto habla de la maldad de estos personajes. En 1 Corintios 5:6-8 la levadura claramente significa la malicia y la maldad. En Gálatas 5:9 la levadura significa la falsa doctrina impulsada por los judaizantes. De manera que, en general, la levadura en la Biblia significa ya sea la mala doctrina o la mala conducta. Interesante que la mala doctrina siempre se encuentra asociada con la mala conducta. Así que, la parábola de la levadura significa que el reino de los cielos en su fase de transición entre la primera y segunda venida de Jesucristo, estará caracterizada por una infiltración masiva de mala doctrina y mala conducta. Cuando uno mira el cristianismo en la actualidad, o el reino de los cielos en su fase intermedia entre la primera y la segunda venida de Jesucristo, hallará que se ha cumplido tanto la parábola del grano de mostaza como la parábola de la levadura. El cristianismo como tal tiene un crecimiento inusitado y tristemente, una corrupción inusitada. La Biblia ha dejado de ser el manual de doctrina y práctica en muchos círculos, mal llamados cristianos. Dentro del cristianismo existen sectas falsas en las cuales se da más crédito a lo que dicen sus fundadores que lo que dice Dios en su palabra, la Biblia. Dentro del cristianismo existen iglesias en las cuales se ha reemplazado la enseñanza de la Biblia por lo que llaman alabanza y adoración. Para estas iglesias es más importante hacer emocionar hasta las lágrimas a la gente con la música y el ritmo, que escuchar lo que dice Dios en su palabra. Esta es la razón para que en tantas iglesias ni siquiera se abra la Biblia en los cultos, y cuando se la abre es para justificar alguna práctica ajena totalmente a lo que realmente dice la Biblia. Bien se ha dicho que el cristianismo está atravesando por una hambruna de enseñanza bíblica. Además de mala doctrina, el cristianismo de la actualidad está saturado de mala conducta. El mundo se ha metido tanto en el cristianismo que se hace difícil distinguir quien es del mundo y quien es del Señor. Es la levadura que ha leudado toda la masa. En nuestro próximo estudio bíblico consideraremos otras características del reino de los cielos en su fase transitoria entre la primera y la segunda venida de Jesucristo.

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