El Señor de la gloria comenzó su vida terrenal en un pesebre de Belén

Cordiales saludos amable oyente. Es un gozo para mí compartir este tiempo con Usted. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy. Estamos estudiando a algunos personajes que de alguna manera tuvieron algo que ver con el nacimiento del niño Jesús. Este estudio bíblico es parte de la serie que lleva por título: Personajes alrededor del Pesebre. En nuestro último estudio bíblico, aprendimos mucho de la vida de Zacarías, el padre de Juan el Bautista. En el estudio bíblico de hoy, consideraremos que el Señor de la gloria comenzó su vida terrenal en un pesebre de Belén, la ciudad de David. María, su madre, con sus propias manos tomó al niño, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre. No hubo admiradores apostados en los alrededores que impacientemente esperaban el nacimiento del niño para romper en aplausos y vítores como cuando nacía el hijo de un Rey. No, el Señor de la gloria se hizo pobre, siendo rico, como dice 2 Corintios 8:9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo,  que por amor a vosotros se hizo pobre,  siendo rico,  para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Y fue así desde el mismo comienzo de su vida como humano en este mundo. Inclusive sus primeros visitantes no fueron los monarcas de las naciones importantes de su tiempo o los líderes de las religiones más importantes de su época, no, sus primeros visitantes fueron humildes pastores, de rostros curtidos por el sol y manos encallecidas por el duro trabajo. Se ha preguntado Usted mi querido oyente ¿por qué fueron humildes y desconocidos pastores quienes fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento del niño Jesús? Pues veamos lo que nos dice su Palabra.

Abramos nuestras Biblias en el Evangelio de Lucas Capítulo 2, versículo 8 al 20. Este es el pasaje que nos relata la visita que hicieron los pastores al recién nacido niño Jesús. En esta porción podemos encontrar al menos cuatro razones porqué los pastores fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento del Salvador.

La primera razón es sencilla, fue porque ESTABAN OCUPADOS, Lucas 2:8 dice: «Había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”. Los pastores estaban muy ocupados con su trabajo, con su profesión. Fue en esas circunstancias cuando recibieron el anuncio más singular que se pueda imaginar. Había nacido el Cristo, el Mesías, el niño Jesús. Esto es importante notar, porque a veces se piensa que el trabajo espiritual es para los desocupados, no mi querida amiga, amigo oyente, cuando usted esté lo más ocupado es cuando más probablemente el Señor le llamará para un servicio especial para él. Dios no busca personas que estén desocupadas, Dios va ha utilizar a personas que han demostrado ser responsables en sus trabajos particulares porque eso garantizará también que sean responsables en la obra espiritual que se les encomiende. Dios es muy sabio en la manera de hacer su obra.

La segunda razón para que el anuncio del nacimiento del niño Jesús se haya dado a los pastores fue porque ellos ESTABAN ALERTA. El mismo versículo que leímos anteriormente dice que los pastores «velaban y guardaban las vigilias de la noche». Esto nos dice que ellos estaban alerta, no se habían dormido a pesar de la tibia noche que invitaba a dormir. Sus sentidos estaban aptos para apreciar sin distorsión toda la magnificencia de lo que iban a ser testigos: Versículo 9 de Lucas 2 dice: «Y he aquí se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran temor” Con todas sus facultades a plenitud, ellos vieron al ángel del Señor, la gloria que les rodeó fue la shequinah o nube de resplandor indescriptible que rodeaba la presencia divina en el Tabernáculo y más tarde en el Templo. El temor fue una reacción natural, porque ellos nunca habían visto algo así antes, ver la gloria del Señor estaba reservado para los patriarcas y los sumos sacerdotes pero no para personas comunes y corrientes como ellos. ¡Qué gracia inefable! La gloria del Señor manifestándose a personas humildes como los pastores. Fue en estas circunstancias que el ángel hizo el anuncio que tenemos en Lucas 2:10-11 «No temáis, porque he aquí, os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David, un Salvador que es Cristo el Señor».
Los oídos de los pastores estaban listos para registrar sin error en su mente el mensaje. El mensaje tenía que ver con el «evangelio» La frase «os doy nuevas» en el idioma en que se escribió el Nuevo Testamento, es la misma frase que en otras ocasiones se traduce como “evangelio”, lo cual significa buenas noticias. Las buenas noticias tienen que ver con el nacimiento del Salvador en la ciudad de David. Sin que se lo pida, el ángel ofrece a los pastores una señal para comprobar que lo que estaba anunciando es verídico. Lucas 2:12 dice «Esto os servirá de señal: Hallaréis el niño envuelto en pañales, acostado en pesebre». La señal no consistía en que el niño esté envuelto en pañales, porque todo niño cuando nace es envuelto en pañales. La señal consistía en que el Salvador, el Rey, el Cristo el Mesías recién nacido estaba acostado en un pesebre, donde comen y duermen los animales, ¡esa era la señal! El niño Jesús no iba a estar acostado en una cuna reluciente sino en un humilde pesebre. Los pastores pusieron mucha atención a lo que decía el ángel por cuanto estaban alerta. El texto prosigue en Lucas 2:13 al 14 donde dice » Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Los ejércitos celestiales estaban alabando a Dios por el nacimiento del Salvador. Así es amable oyente. Cuando nació el niño Jesús no hubo flashes de cámaras fotográficas, no hubo presencia de personas notables, no hubo una cuna dorada, pero hubo un concierto celestial. ¿Quién jamás ha sido honrado con un concierto celestial al nacer? Absolutamente nadie, excepto nuestro glorioso y amado Salvador. Él es digno de eso y de mucho más. Dios es experto en recompensar con creces a los que somos suyos.

La tercera razón porque los pastores fueron escogidos para ser los primeros en recibir la noticia del nacimiento del Salvador es porque ellos ERAN SENCILLOS, además de ser humildes. Los pastores simplemente creyeron el mensaje del ángel Lucas 2:15 dice: «Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo; los pastores se dijeron unos a otros, pasemos pues hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado».

Notamos que en ningún momento los pastores dudaron. Los pastores fueron como niños pequeños creyendo todo lo que dice su papá. Su sencillez fue galardonada por Dios. Lucas 2:16 dice: ‘Vinieron pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre” En el rostro de niño recién nacido, no había resplandor ni aureolas centellantes, nada de eso. Eso fue invento de los artistas que trataron de plasmar en los lienzos la escena de Belén. Pero los pastores sabían que ese niño acostado en el pesebre era Jesús, el Cristo; el Mesías de Israel, porque el ángel había así anunciado.

La cuarta y última razón porque los pastores fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento del Salvador, es porque ESTABAN DISPUESTOS A PROCLAMARLO. Los pastores fueron buenos testigos, decían a todos lo que experimentaron. Un buen testigo se limita a decir con absoluta veracidad lo que vio u oyó o experimentó. Esto fue lo que hicieron los pastores. Lucas 2:17-18 dice: «Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían». Los pastores no callaron, no tenían vergüenza, como algunos de nosotros de compartir las buenas nuevas, por eso fueron elegidos para ser los primeros en recibir las buenas nuevas. Lucas 2:20, termina diciendo «Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho». Qué desafío para nosotros. Aprendamos de los pastores a no callar nuestra voz, sino proclamar a todo mundo que Jesús es el Cristo, el Salvador del Mundo.

Deja una respuesta