El fruto de la sabiduría obtenida

Qué grato es estar con Usted, amiga, amigo oyente. Sea bienvenida o bienvenido al estudio bíblico de hoy. Nuestro tema de estudio es el libro de Proverbios. Esta serie lleva por título: Proverbios, sabiduría celestial para la vida terrenal. En nuestro estudio bíblico último, hablamos acerca de la forma de obtener la sabiduría. En esta ocasión, David Logacho nos hablará sobre el fruto de la sabiduría obtenida.

Cuando la sabiduría llega a una persona y recibe el trato que merece, produce resultados maravillosos en la vida de esa persona.

De esto trata el pasaje bíblico que nos corresponde estudiar el día de hoy, en el libro de Proverbios. Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en el capítulo 2 versículos 10 a 22.

Luego de mostrar la forma de obtener la sabiduría, Salomón, el autor del libro de Proverbios, nos mostrará el fruto de la sabiduría obtenida. Este fruto tiene principalmente que ver con proteger a una persona contra la poderosa atracción que ejerce el pecado sobre ella.

Note lo que dice Proverbios 2:10-11 «Cuando la sabiduría entrare a tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la discreción te guardará; te preservará la inteligencia.»

Observe que para beneficiarse de la sabiduría primero es necesario adquirirla. Esto fue tema de nuestro último estudio bíblico. En resumen, para adquirirla es necesario recibir la palabra de Dios, inclinar el corazón a la prudencia, clamar a la inteligencia, dar voces a la prudencia y trabajar con fervor para hallarla.

Una vez hallada, hace falta que entre al corazón. Esto es una forma de decir que la sabiduría controle nuestra manera de pensar, de modo que todo lo que digamos o hagamos sea lo que la sabiduría aconseje. Se trata en realidad de una disposición alegre de deleitarse en la ciencia.

El proverbista habla de que la ciencia debe ser grata al alma. ¿Se deleita así en la ciencia? Cuando todo esto se cumple, entonces se cosechará el fruto de la sabiduría. El texto leído dice que una persona así tendrá a su disposición la discreción para guardarle y la inteligencia para preservarle.

Discreción significa la capacidad de tomar sabias decisiones. Inteligencia significa la disciplina mental que capacita a una persona para ejercitar el discernimiento espiritual.

En esencia podríamos decir que la sabiduría capacita a una persona a no meterse en situaciones que representan un potencial peligro para sí misma. Cada vez que pecamos estamos poniéndonos en una situación riesgosa, pero el proverbista dice que la sabiduría en el corazón nos libra de varios caminos.

En primer lugar, del camino de los impíos. Proverbios 2:12-15 dice: «Para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades, que dejan los caminos derechos, para andar por sendas tenebrosas; que se alegran haciendo el mal, que se huelgan en las perversidades del vicio; cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos.»

La sabiduría permite a una persona librarle de dos caminos. Uno de ellos, es el camino de los impíos, el otro es el camino de la mujer adúltera.

Al describir el camino de los impíos, el proverbista nos presenta una progresión descendente. Los impíos comienzan por hablar perversidades. Esto les lleva a cometer perversidades. A esto se refiere la frase: Dejan los caminos derechos, para andar por sendas tenebrosas.

Pero su debacle continúa en descenso. Después se vuelven profesionales en la perversidad. El pasaje leído dice que se alegran haciendo el mal y que se huelgan, o que festejan sus malas acciones. De aquí no falta mucho para tocar el fondo de degradación moral.

Dice el texto que sus veredas son torcidas y torcidos sus caminos. Mayor impiedad no puede haber. Este es el punto al cual el pecado siempre quiere conducir a una persona. Al comienzo sólo se habla de hacer mal, después el mal se hace una realidad. Al menos en sus inicios, el mal produce tanto placer. Tanta diversión a tan bajo precio.

Pero una vez que tiene atrapada a su víctima, el pecado se muestra como un implacable amo. Habrá convertido a su víctima en un vicioso empedernido. Al mirar esto, es inevitable pensar en el terrible mundo de la drogadicción. Todo comienza cuando se habla de lo bueno que será probar un poco de droga. Esto conducirá a probar sólo un poco de droga.

El efecto deseado, demandará cada vez mayor cantidad de droga para mantener en alto la euforia anhelada. Pronto, la víctima se transformará en un drogadicto. Sus veredas serán torcidas y torcidos sus caminos. La carne, el mundo y el diablo, los enemigos del creyente hacen todo lo posible para meter a los creyentes en el mal camino.

Gracias a Dios que la sabiduría guardada en el corazón preserva a los creyentes de entrar por el camino de los impíos. Pero la sabiduría también es útil para enfrentar una tentación a la cual todos los hombres sin excepción somos sensibles.

La sabiduría nos libra del camino de la mujer adúltera. Proverbios 2:16-19 dice: «Serás librado de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras, la cual abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios. Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos; todos los que a ella se lleguen, no volverán, ni seguirán otra vez los senderos de la vida.»

La mujer extraña, es la mujer que osadamente incita a un hombre que no es su esposo. Es una mujer que abandona al compañero de su juventud. Esto significa que traiciona a su propio esposo con quien se casó siendo joven. Dios mira a la infidelidad de esta mujer como una violación del pacto que la mujer hizo ante Dios de amar y respetar y ser fiel a su esposo. Esta mujer echa mano de todos los recursos a su alcance para conquistar al hombre que no es su esposo.

Por eso dice el texto que halaga con sus palabras. Las palabras de halago son la trampa que tiende para atrapar a su víctima. Si una persona no posee la sabiduría dada por Dios será fácil presa del hablar sensual de la mujer extraña.

Tenga mucho cuidado amigo oyente de las mujeres que le hablan seductoramente. El hablar seductor será la trampa para atrapar su vida. Si cede a la insinuación de la mujer ajena, será muy tarde para librarse de sus garras. Habrá caído en la trampa. Por unos instantes de pasión loca, tendrá que pagar todo una vida de dolor y tragedia. Por eso dice el texto que la casa de la mujer extraña está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos.

Esto significa que cuando un hombre se dirige a la casa de la mujer extraña, en realidad está dirigiéndose a una cita con la muerte. Esto es notable. Cuando el hombre casado se embarca en una relación extra marital, piensa que ha hecho una grandiosa conquista. Pero no se da cuenta que rápidamente se está dirigiendo a una cita con la muerte.

Un caso de la vida real fue Sansón. Entre las muchas mujeres extrañas que desfilaron delante de él, hubo una que se destacó por su hablar sensual. Se llamaba Dalila. Hablando suavemente, Dalila quería atrapar a Sansón. Después de varios intentos fallidos por descubrir el secreto de la descomunal fuerza de Sansón, Dalila, tal vez entre lágrimas, le dijo: ¿Cómo dices: yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza. Esto fue demasiado para Sansón. No pudo guardar más el secreto de su fuerza y se lo dijo a Dalila, luego los dos se fueron a la recámara y mientras Sansón dormía sobre las rodillas de Dalila, vino un hombre y le rapó las siete guedejas de su cabeza. Consumado el hecho, Dalila despertó a Sansón con el grito de: Sansón, los filisteos sobre ti. Sansón pensaba que podía escapar de los filisteos como lo había hecho otras veces, pero él no sabía que Jehová se había apartado de él. Este fue el inicio de la ruina de Sansón. Fue hecho prisionero, le sacaron los ojos y llegó a ser un juguete de sus enemigos. Eventualmente murió aplastado por un enorme edificio, juntamente con cientos de sus enemigos. Triste final de Sansón.

Por eso el texto en Proverbios dice: Todos los que se acuesten con la mujer extraña, no volverán, ni seguirán otra vez los senderos de la vida.

Puede ser que hoy mismo, tal vez alguno de nuestros amigos oyentes esté prestando oído al suave canto de sirena de la mujer extraña. Cuidado amigo oyente. Eche mano de la sabiduría para evitar ser atrapado.

La sabiduría dice: Aléjate de ella, su camino conduce a la muerte.

La sabiduría nos libra de entrar al camino de los impíos y de entrar al camino de la mujer extraña, pero además, la sabiduría nos motiva a entrar en el camino de los piadosos. Eso es lo que tenemos en Proverbios 2:20-22 donde dice: «Así andarás por el camino de los buenos, y seguirás las veredas de los justos; porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecen en ella, mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán de ella desarraigados.»

Es como si la sabiduría tomara de la mano a quien se somete a ella y le guía hacia el camino de los buenos y la vereda de los justos.

¿Cuál es el resultado? Dice el texto que los rectos habitarán la tierra. Andar sabiamente garantiza una vida con significado en la tierra. Dice también el texto que los perfectos permanecerán en la tierra.

Los perfectos no son los que nunca pecan sino los que se dejan guiar por la sabiduría para andar por el camino de justicia. Ellos permanecerán en la tierra, mientras Dios no los lleve a la patria celestial.

Por contraste, los que desprecian la sabiduría y se meten en el camino de los impíos y en los caminos de la mujer extraña, serán cortados de la tierra. Una manera de decir que sufrirán muerte prematura. La vida es muy insegura para los prevaricadores, o los que andan en impiedad.

Si desea vivir en este mundo bajo la soberana protección de Dios y estar eternamente en la gloria de Dios cuando salga de este mundo, entonces busque la sabiduría en la persona y la palabra de Dios y una vez hallada, guárdela en su corazón y viva conforme con su consejo.

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