La mujer virtuosa

Es un gozo estar nuevamente con Usted mi amiga, mi amigo. Bienvenida, bienvenido al estudio bíblico de hoy con David Logacho. Vamos aproximándonos al fin de esta serie que lleva por título: Proverbios, sabiduría celestial para la vida terrenal. En esta oportunidad estudiaremos la segunda parte del capítulo 31.

Al entrar en la segunda parte del capítulo 31 de Proverbios, nos encontramos con un hermoso poema acróstico de 22 estrofas. Cada estrofa, en su versión original, en Hebreo, comienza con cada una de las 22 letras del alfabeto Hebreo, en forma sucesiva. El tema de esta obra literaria es la mujer virtuosa. En cuanto al autor humano de este poema, pudo haber sido escrito por Lemuel o por un autor anónimo como un apéndice para el libro. La primera estrofa, versículo 10, dice así: «Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.» El adjetivo virtuoso significa que se ejercita en la virtud u obra según ella. Por su lado, virtud es un término extremadamente amplio en cuanto a su significado. Para nuestro propósito, virtud tiene que ver con el hábito y disposición del alma para las acciones conformes a la ley moral y conformes a los principios de la palabra de Dios. Una mujer virtuosa por tanto, es aquella que tiene capacidad, diligencia, dignidad y bondad. Una mujer así, es una joya. Mejor todavía, más preciosa que una joya. Porque el proverbio dice que es más valiosa que las piedras preciosas. Dichoso o bienaventurado quien halle a una mujer así. De modo que, amiga oyente, su verdadero valor no está ni en su abolengo, ni en su educación, ni en sus posesiones, ni en su apariencia física. Su verdadero valor está dado por su carácter. La meta de toda mujer debería ser llegar a ser una mujer virtuosa. Después tenemos la segunda estrofa. Proverbios 31:11 dice: «El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias.» Afortunado el esposo de la mujer virtuosa. Dice el texto que puede confiar en su esposa total y absolutamente. Este esposo puede salir tranquilo de su casa, sabiendo que su esposa jamás le traicionará en su ausencia. Cuando el proverbio habla de que el esposo no carecerá de ganancias, se refiere a que el esposo encuentra en ella un amor y afecto tan basto que cualquiera sean las circunstancias, jamás se sentirá en pobreza. La fidelidad y el amor son tesoro invalorable en una pareja. ¿Ha fabricado este tipo de confianza en su esposo, mi amiga? Si no, ahora es el momento de comenzar a fabricarlo. Su esposo lo apreciará grandemente. Avancemos. Llegamos a la tercera estrofa. Proverbios 31:12 dice: «Le da ella bien y no mal todos los días de su vida.» Esto habla de la dedicación de la mujer virtuosa hacia su marido. Es un voto, o una promesa que la mujer virtuosa se ha hecho a sí misma. Mientras viva estará haciendo el bien a su marido. Mientras viva jamás hará el mal a su marido. Qué hermosa promesa, amiga oyente. Esto se llama dedicación con letras mayúsculas. Note que la mujer virtuosa no pone ninguna condición sobre su marido. No está diciendo: Si él es bueno, yo prometo que le daré bien y no mal todos los días de mi vida. Nada de esto, independientemente de cómo el marido la trate, la mujer virtuosa está haciendo un voto o promesa de dedicación a hacer el bien a su marido. Esto es lo que toda esposa temerosa de Dios debería hacer. La cuarta estrofa, que se encuentra en Proverbios 31:13 dice: «Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos» La mujer virtuosa es diligente. Ella misma busca lana y lino y una vez que lo encuentra, con placer, o con voluntad, trabaja con sus propias manos. La mujer virtuosa además es hábil para trabajar con sus manos. Hoy en día vivimos en una sociedad que denigra a la mujer que trabaja en su casa, haciendo cosas para su familia. Se piensa que una mujer así está desperdiciándose como mujer. Sería mejor que trabaje en una fábrica o en un banco o en algún negocio fuera de su casa. Pero la Biblia muestra con claridad que una de las virtudes de la mujer virtuosa era su diligencia para trabajar con sus manos en su casa para satisfacer las necesidades de su familia. Si Usted amiga oyente, tiene el privilegio de pasar en su casa criando a sus hijos y haciendo cosas con sus manos para su esposo y sus hijos, agradezca a Dios, porque está siguiendo los pasos de la mujer virtuosa de Proverbios 31. Ahora veamos lo que tenemos en la quinta estrofa. Proverbios 31:14 dice: «Es como nave de mercader; trae su pan de lejos.» La mujer virtuosa es productiva. A esto se refiere este proverbio, no a que la esposa se va lejos de su casa a trabajar y luego de varias semanas o meses o años, regresa a su casa cargada de regalos como el legendario papá noel. La mujer virtuosa no se deja amedrentar por los obstáculos que encuentra. Sabe sacar provecho de los obstáculos para colmar de beneficios a su familia. Es en esto que se parece a la nave de mercader, que surca los embravecidos mares para arribar al puerto cargado de mercancías. Qué triste es ver a tantas esposas que pierden su precioso tiempo en la comidilla diaria con las vecinas o en los gastados melodramas de las telenovelas, cuando podrían ser tan productivas en sus propias casas haciendo cosas para beneficio de su familia. Mientras mi esposa, juntamente conmigo y mis hijos estábamos estudiando en el Instituto Bíblico, pasamos por una etapa de profunda estrechez económica. En ocasiones no teníamos ni para comprar leche para nuestra hija recién nacida. ¿Sabe lo que hizo mi esposa? Se dedicó a hacer unos deliciosos donuts para vender a los estudiantes del Instituto Bíblico. De esta manera, el Señor nos proveyó por un buen tiempo para nuestras necesidades. De esto es lo que está hablando este proverbio. La mujer virtuosa es productiva. No se cruza de brazos esperando que del cielo le caiga el pan para alimentar a su familia. Tenemos ahora la sexta estrofa. Proverbios 31:15 dice: «Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas.» Cuando este proverbio habla de que la mujer virtuosa se levanta aun de noche, se está refiriendo a que madruga, antes de que despunte el alba, para preparar el desayuno para su familia y para sus criadas. ¿Sabe cómo se llama esta característica? Amor sacrificial. La mujer virtuosa no se hace problema por tener que madrugar, perdiendo las horas de sueño más placenteras, con tal de tener listo el desayuno para su familia. Inclusive la servidumbre de la mujer virtuosa disfruta de la generosidad de esta mujer. El amor genuino amable oyente, se manifiesta en sacrificio en beneficio de la persona amada. La mujer virtuosa es un perfecto ejemplo de este tipo de amor sacrificial. Tenemos ahora la séptima estrofa. Proverbios 31:16 dice: «Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos.» La mujer virtuosa hace inversiones sabias. El proverbio dice que considera la heredad y la compra. Esto significa que al saber de una propiedad en venta, considera con mucho cuidado sus opciones y cuando está totalmente segura que la voluntad de Dios es que compre esa propiedad, lo hace. Una vez que la propiedad está en su poder, con sus propias manos planta una viña utilizando los fondos que había obtenido de su trabajo en su casa. En su momento, la mujer virtuosa verá los beneficios de su inversión. Algo notable en la mujer virtuosa es que tenía la sana costumbre de ahorrar parte de sus ingresos para poder hacer sus inversiones. No es sencillo adoptar la costumbre del ahorro. Casi siempre estamos tan necesitados que gastamos hasta el último centavo de los ingresos. Inclusive con algo de frecuencia echamos mano de los préstamos para salir de los apuros financieros. Pero aprendamos de la mujer virtuosa que destinaba tal vez una pequeña cantidad al ahorro, de modo que pueda invertir en algo que incremente los ingresos para la familia. Ahora tenemos la octava estrofa. Proverbios 31:17 dice: «Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos» Ceñirse los lomos, es una manera muy hebrea de hablar de aprestarse, alistarse, disponerse a algo resueltamente. Cuando el proverbio habla de que la mujer virtuosa ciñe de fuerza sus lomos, está hablando de que la mujer virtuosa ser reviste de fortaleza para realizar un trabajo. Con esta fortaleza está en capacidad de realizar un arduo trabajo con sus brazos. El mundo cataloga a la mujer en general como el sexo débil. Pero la mujer virtuosa desvirtúa este concepto. El sexo femenino no tiene nada de debilidad. Sin perder su encanto femenino, la mujer virtuosa se reviste de fortaleza y con ánimo se dispone a trabajar. Finalmente por ahora, tenemos la novena estrofa. Proverbios 31:18 dice: «Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche.» Nuevamente está en la palestra la diligencia de la mujer virtuosa. El éxito de sus empresas no es producto del azar. Es producto de una cuidadosa supervisión. Supervisión que toma mucho tiempo y esfuerzo. ¿Ve Usted? El éxito descansa en el arduo trabajo. Las luces de la casa de la mujer virtuosa no se apagaban sino hasta bien entrada la noche. Una de las estrofas anteriores decía que la mujer virtuosa se levanta de madrugada. Estamos ante una persona que sabía el valor del tiempo y lo aprovechaba al máximo. La ociosidad no tiene parte en la vida de la mujer virtuosa. En nuestro próximo estudio bíblico terminaremos con este deslumbrante poema sobre el tipo de mujer que toda mujer debería proponerse como meta.

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