¿Se debe cumplir en la actualidad con lo que está establecido en Levítico 12: 1-7?

Vamos a leer este pasaje bíblico. Dice así: “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días: conforme a los días de su menstruación será inmunda. Y al octavo día se circuncidará al niño. Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación. Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre. Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote; y él los ofrecerá delante de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija.” Aun cuando el nacimiento de un hijo o de una hija era una ocasión de regocijo, sin embargo era necesario pensar en que la criatura recién nacida traía la mancha de pecado. Por eso, la madre tenía que abstenerse de participar en cualquier rito religioso por cuarenta días si daba a luz varón, o por ochenta días si daba a luz mujer. Pasado este tiempo tenía que traer un holocausto y una ofrenda por el pecado. Esto estuvo en vigencia solamente para el pueblo de Israel y mientras la ley de Moisés estuvo en vigencia. Pero con la venida de Jesucristo, la ley de Moisés quedó abrogada, de modo que esto ya no está en vigencia para la iglesia de Cristo.

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