Autor: cris

  • ¿Con quién tuvo descendencia Caín?

    Los únicos seres humanos creados por Dios han sido Adán y Eva. Todos los demás seres humanos descienden de esta pareja. De modo que debemos sacar de nuestra mente la idea que Dios tuvo que crear una mujer para que sea la esposa de Caín. Una vez creados, Dios mandó a Adán y Eva a fructificar y multiplicarse. Génesis 1:27-28 dice: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” En cumplimiento de este mandato de Dios, Adán y Eva tuvieron hijos, primeramente a Caín y después a Abel. La Biblia relata el trágico final de la vida de Abel, pues fue asesinado por su propio hermano Caín. Pero Caín y Abel no fueron los únicos hijos de Adán y Eva. Note lo que dice Génesis 5:3-5: “Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.” Una pareja que vive tantos años, debe haber tenido un buen número de descendientes. Los descendientes directos de Adán y Eva deben haber tenido descendencia entre hermanos o entre tíos y sobrinas o tías y sobrinos y a medida que trascurría el tiempo, entre parientes más lejanos. Viviendo hoy, miles de años después de estos hechos, se nos hace repulsiva la idea de procreación entre parientes tan cercanos, pero en los albores de la humanidad, eso no revestía ningún problema. La composición genética de Adán y Eva y sus descendientes era tal que no representaba riesgo alguno el que tengan descendencia entre hermanos o parientes cercanos. Además, eso fue lo que les ordenó Dios para esa época. No fue sino, miles de años después de la creación, que Dios prohibió las uniones matrimoniales entre parientes, tal como dice Levítico 18:6 “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová” Un hecho que confunde a muchos, es lo que afirma Génesis 4:17, donde dice: “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.” Como consecuencia de su pecado de asesinato en contra de su hermano Abel, Caín fue arrojado de la presencia de Jehová y se fue a una tierra distante, al oriente de Edén. Fue allí donde Caín conoció a su mujer. Cuando el texto habla de conocer, no está afirmando que Caín se encontró por primera vez con la que iba a ser su mujer. Lo que está afirmando es que Caín tuvo relaciones sexuales con su mujer. ¿Cómo llegó esta mujer a esa tierra distante? La Biblia no lo revela. Tal vez Caín mismo se la llevó consigo y consumó su unión con ella una vez que llegaron al lugar donde les pareció que podían establecerse.

  • ¿Es correcto levantar fondos para la iglesia mediante las populares rifas, subastas, bazares ?

    A través del Nuevo Testamento, explícita o implícitamente se nos enseña que los fondos de la iglesia vienen de lo que los creyentes entregan con generosidad al Señor en calidad de ofrendas. La ofrenda cristiana es un acto de adoración y por consiguiente queda limitada a los que han sido redimidos por la sangre preciosa de Cristo. 2 Corintios 9:7 dice: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” Hablando a los creyentes de Corinto, el apóstol Pablo dice: Cada uno dé. Esto significa que es privilegio de cada uno de los creyentes el dar para la obra del Señor. Si se tomara más en serio este privilegio del creyente, no habría iglesia local que sufra necesidad. Lamentablemente no es así por la negligencia de los creyentes al ofrendar a Dios lo que sobra, pensando que hacemos un favor a Dios cuando entregamos una ofrenda a la iglesia. Como resultado, la iglesia tacaña, no recibirá la bendición que podría recibir de Dios si fuera generosa y lo que es peor, la iglesia tacaña tratará de buscar maneras no bíblicas para levantar fondos para la iglesia. Dentro de estas maneras no bíblicas de levantar fondos para la iglesia caen todas las actividades mencionadas por usted, como la popular rifa, que no es otra cosa sino el culto a la diosa fortuna para que favorezca con la suerte a sus devotos, o la subasta que tal vez esté bien para que el mundo comercialice sus productos o los bazares que la gente del mundo es experta en llevarlos a cabo. No amable oyente, Dios ha establecido una manera diferente para sostener económicamente su obra. La manera de Dios es la generosa ofrenda de cada uno de los creyentes.

  • ¿Los testigos de Jehová y mormones son denominaciones evangélicas?

    Si una persona de la denominación Testigo de Jehová o Mormón golpea mi la puerta de mi casa, ¿debo predicarle el evangelio? Esta pregunta tiene relación con lo que dice 2 Juan 10.

    Ni los Testigos de Jehová, ni los Mormones, deben ser considerados como una denominación evangélica. El hecho que tanto los Testigos de Jehová como los Mormones y otros grupos afines, usan la Biblia sólo como un pretexto para justificar sus falsas doctrinas, les pone totalmente aparte de los evangélicos. Así que, jamás llame a los Testigos de Jehová o a los Mormones, una denominación evangélica. Las denominaciones evangélicas se ofenderán mucho si lo hace. Muy bien. Vayamos ahora a lo que dice 2 Juan 10. Para tomar en cuenta el contexto, leamos los versículos 9 a 11 de 2 Juan. Dice así: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, éste sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis ¡Bienvenido! Porque el que le dice ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.” El apóstol Juan es maravillosamente claro y enfático al hacer de la doctrina de Cristo el elemento crucial que divide a un verdadero maestro de un falso maestro. La doctrina de Cristo tiene que ver con su pre existencia divina, con su venida a este mundo en forma humana, sin dejar de ser totalmente Dios y totalmente hombre, con su muerte en la cruz en lugar del pecador, con su resurrección corporal, con su ascensión a la gloria de su Padre y con su inminente retorno a la tierra para llevar junto a él a sus redimidos. Observe como lo pone Juan en 2 Juan 7 donde dice: “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es engañador y el anticristo.” Examinando las falsas doctrinas de los Testigos de Jehová y los Mormones, es inevitable llegar a la conclusión que no tienen la doctrina de Cristo. Los Testigos de Jehová, por ejemplo, no reconocen la preexistencia de Cristo porque niegan que es Dios. Para ellos, Cristo es nada más que un mero ser creado por Dios. Los Testigos de Jehová niegan que Cristo resucitó corporalmente, para ellos, Cristo resucitado no es sino un glorioso espíritu, privado de cuerpo físico, con capacidad de materializarse en algunas ocasiones. Terrible lo que creen. En cuanto a los Mormones es peor todavía. Los Mormones niegan la deidad de Cristo al enseñar que Cristo fue creado de la misma manera que son creados todos los hombres. Niegan el nacimiento virginal de Cristo al enseñar que fue concebido cuando Adán tuvo relaciones sexuales con María. También enseñan que Cristo fue polígamo y que entre sus varias esposan se contaban Marta y María, las hermanas de Lázaro y también María Magdalena. La conclusión es que ni los Testigos de Jehová, ni los Mormones perseveran en la doctrina de Cristo. ¿Cómo tratar a personas así? Juan dice: Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis ¡Bienvenido! Poniéndolo en otras palabras, Juan diría: Si un Testigo de Jehová, o un Mormón tocan la puerta de su casa, haga dos cosas. Primero, no le abra la puerta. No lo recibáis en casa, dice. Segundo, no le diga ¡Bienvenido! La palabra: Bienvenido, era el saludo en la época que se escribió el Nuevo Testamento. Lo que Juan está diciendo es que no se preste para tener comunión con un falso maestro. Esto no significa que jamás se debe hablar con un Testigo de Jehová o un Mormón. Al igual que todo pecador, ellos también necesitan del perdón de Dios en Cristo. Es necesario por tanto comunicarles la verdad del evangelio, de una forma sabia para no caer en una discusión con ellos o peor todavía intimar con ellos. Algo que ha dado algún resultado a muchos creyentes, es tener siempre a la mano tratados evangelísticos que expresen claramente el plan de Dios para salvar al hombre. Cuando un Testigo de Jehová o un Mormón toque la puerta de su casa, y luego de confirmar que se trata de uno de ellos, simplemente diga algo como esto: Gracias a Dios yo ya soy uno de sus hijos porque he recibido a Cristo como mi Salvador personal. Aquí en este tratado, encontrará la manera cómo usted también puede ser perdonado de sus pecados y tener vida eterna. Muchas gracias. Hasta luego. Allí terminará todo contacto. De esta manera se habrá compartido el evangelio sin sacrificar la enseñanza de Juan en su segunda carta.

  • ¿Cómo se debe tratar a un creyente que sale de una iglesia local para congregarse en otra?

    A través de Internet se ha comunicado con nosotros un amable oyente de Honduras. Por muchos años, nuestro amigo oyente se ha congregado en determinada iglesia local, pero a raíz de la muerte del pastor, se han implementado varios cambios en el liderazgo de esa iglesia local, algunos de los cuales son contrarios a las claras enseñanzas del Nuevo Testamento en cuanto a como debe estar constituido el liderazgo en la iglesia local. Este amable oyente ha hecho todo lo que está a su alcance para propiciar las rectificaciones del caso, pero todo intento ha fracasado y más bien ha servido para que el pastor actual le acuse de estar buscando preeminencia en la iglesia local. Ante esto, el amigo que nos escribe, ha optado por una salida silenciosa y en la actualidad está sirviendo al Señor en otra iglesia local. Sin embargo, tiene una inquietud. Dice que desde que salió, ninguno de los líderes se ha comunicado con él para hablar acerca de su salida. Esto le ha traído mucho dolor y nos pregunta si así es como se debe tratar a un creyente que sale de una iglesia local para congregarse en otra.

    Gracias por su consulta. Siempre será motivo de dolor saber que una iglesia local pisotea los principios del Nuevo Testamento, en cualquier aspecto de su estructura, como en el liderazgo, en el caso de la iglesia local de la cual usted ha salido. El dolor se hace más agudo cuando la iglesia local en cuestión es la iglesia local que nos ha cobijado por tantos años. Me parece que usted ha hecho lo correcto al hacer notar a los líderes lo que no se ajusta a los principios del Nuevo Testamento en cuanto al liderazgo de la iglesia local. Me imagino que lo habrá hecho con la madurez del caso y bajo la guía del Espíritu Santo. Desgraciadamente su intento por arreglar la situación ha sido mal interpretado en el sentido que usted estaba tratando de ejercer dominio sobre la iglesia local. Algo así es como un filo puñal que se clava en la espalda, porque se está tergiversando las buenas motivaciones. Amable oyente, consuélese en el hecho que Dios conoce su corazón y él sabe lo que allí había. El hombre no puede saber lo que hay en el corazón de otros hombres y muchas veces, juzga mal, a propósito, con el fin de lastimar, como ha sido en su caso. Tal vez donde pudo haber algo de falla en su parte, es en comunicar claramente su decisión de salir de la iglesia y solicitar al liderazgo una carta de transferencia o carta de recomendación o como quiera que se lo llame, con la finalidad de que la iglesia local que le reciba tenga por escrito alguna constancia de su trayectoria en la iglesia local de la cual está saliendo. Esto es lo que se estila cuando se sale de una iglesia local para congregarse en una diferente. Ahora, en cuanto a su presente inquietud de por qué los líderes de la iglesia de donde salió no se han comunicado con usted para hablar sobre el motivo de su salida, me temo mucho, que bien puede ser porque están contentos con que usted se haya ido y tal vez no quieren abrir una puerta para que usted retorne. Sé que lo que estoy diciendo no le servirá de mucho consuelo, pero hay que ser realistas. Cuando la carne toma control de la vida de un creyente, como parece ser el caso de los líderes de esa iglesia local, ese creyente es capaz de decir o hacer lo que menos uno pensaría. A lo mejor para ellos, el hecho que usted no está asistiendo a esa iglesia, lo toman como haberse quitado una piedra del zapato. No olvide que su salida de la iglesia local no fue en los mejores términos que digamos, no necesariamente por su culpa. Ante esto, lo aconsejable sería que usted ponga todo esto en la mano del Señor, para que sea el Señor quien juzgue. 1 Corintios 4:5 dice: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.” Por otro lado cuide mucho su corazón, para no permitir que se anide cualquier actitud negativa hacia los líderes de la iglesia de donde ha salido, me refiero a ira, rencor, amargura, sed de venganza, etc. El mejor antídoto para contrarrestar cualquier actitud como las mencionadas es el perdón. El perdón genuino y bíblicamente manejado lava todo resentimiento, toda amargura, todo rencor, todo odio, toda sed de venganza. Usted ha sido lastimado grandemente por lo que ha pasado y por lo que está pasando, pero no permita que estas heridas permanezcan abiertas, ciérrelas con ese medicamento tan efectivo llamado perdón. Efesios 4:32 dice: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” De modo que, amable oyente, revestido con esta actitud de perdón hacia quienes no le han tratado conforme al amor cristiano, esfuércese por servir al Señor con todo su empeño allí en la nueva iglesia local donde está en la actualidad. Ya no pierda su tiempo, su energía y hasta su santidad lamentándose por el mal trato recibido. Es hora de voltear la página y comenzar con nuevos bríos.

  • La salvación no se pierde

    La salvación es una obra de Dios en la vida de una persona que por la fe recibe a Cristo como su Salvador, por tal motivo, una vez otorgada no puede ser quitada. La Biblia presenta una amplia evidencia a favor de esto, entre la cual, permítame citar, sin mayor comentario el texto que se encuentra en Romanos 8:38-39 donde dice: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Por lo que dice este texto, queda claro que no existe en absoluto, manera posible de que un creyente sea separado del amor de Dios. Partiendo de esta realidad fundamental, vamos a explicar los  siguientes textos:

    El primero se encuentra en 1 Corintios 9:27 donde dice: “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.” Pablo está utilizando una metáfora para ilustrar la necesidad de ser fieles en el servicio al Señor. La metáfora tiene que ver con una lucha entre dos contendientes. Los contendientes son él mismo y su cuerpo con todas sus tendencias pecaminosas. Pablo dice que mediante el dominio de las tendencias pecaminosas de su cuerpo, lo pone fuera de combate. De otra manera, si se dejara dominar de las tendencias de su cuerpo, el triste resultado sería que habiendo él mismo sido heraldo para otros, llegaría a ser eliminado. Esto no significa que estaría en peligro de perder su salvación, sino en peligro de perder su recompensa por el servicio al Señor. La palabra griega que se ha traducido como “eliminado” es “adókimos” que significa no-aprobado o reprobado o descalificado. Esto habla de perder el galardón en la lucha.

    El segundo texto se encuentra en Gálatas 5:4.

    Muy bien. Vamos a dar lectura al texto que se encuentra en Gálatas 5:4 donde dice: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.” En este versículo, Pablo tiene en mente a personas que sin ser todavía creyentes, y habiendo escuchado el evangelio de Cristo, el cual en esencia tiene que ver con la salvación por gracia por medio de la fe, sin embargo, dan la espalda al evangelio de Cristo, y tratan de encontrar la salvación mediante el cumplimiento de la ley. La palabra griega que se ha traducido como “desligasteis” significa estar separado, o estar cortado. Las palabras griegas que se han traducido como “habéis caído” significan dejar de asir firmemente algo. Lo que Pablo está tratando de decir es que cualquier intento de ser justificado por la ley es un tácito rechazo a la salvación por la sola gracia mediante la sola fe. Aquellos que oyen el mensaje de salvación por gracia y luego dan la espalda a Cristo y tratan de ser justificados por la ley están separados o cortados de Cristo y pierden toda posibilidad de hallar la salvación por gracia que Dios ofrece al pecador. El que cae de la gracia, o el que está desligado de Cristo es el incrédulo que trata de ser salvo por las obras. El texto en cuestión de ninguna manera está insinuando siquiera que un creyente puede perder la salvación.

    La tercera cita se encuentra 1 Timoteo 1:19-20.

    Demos lectura al pasaje bíblico que se encuentra en 1 Timoteo 1:18-20 donde dice: “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buen conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.” El mandamiento mencionado aquí es sin lugar a dudas el mandamiento que Pablo dio a Timoteo al comienzo del libro, en el sentido de confrontar a los que enseñan diferente doctrina. Para animar a su hijo Timoteo a cumplir con este importante mandamiento, el apóstol trae a la memoria las circunstancias que condujeron a Timoteo al servicio cristiano. Cuando Pablo habla de las profecías que se hicieron antes en cuanto a Timoteo, parece indicar que antes que Pablo conozca a Timoteo, se había levantado un profeta en la iglesia para anunciar que Timoteo sería usado por el Señor en su obra. Un profeta era un vocero de Dios quien por revelación llegaba a conocer la voluntad de Dios con respecto a determinado curso de acción, y comunicaba estas revelaciones a la iglesia. Si Timoteo se sentía desalentado o desanimado en su servicio al Señor debía acordarse de estas profecías y de esa manera se sentiría estimulado a militar la buena milicia. En esta milicia, Timoteo debía mantener la fe y buena conciencia. Los siervos del Señor no deben preocuparse solamente por proclamar buena doctrina sino también por tener buena conciencia. Qué triste que alguien esté proclamando buena doctrina pero tenga una mala conciencia. En el tiempo que Pablo escribió esta carta a Timoteo, había algunos que desechando la fe y la buena conciencia, naufragaron en cuanto a la fe. Fueron como un marinero que estando en alta mar arroja su brújula por la borda, su nave queda a la deriva y se produce un naufragio. Estos creyentes comenzaron a negar principios básicos de la fe cristiana, lo cual les condujo a una vida disoluta que manchó sus conciencias. Un ejemplo de este tipo de creyentes eran Himeneo y Alejandro. Pablo no da detalles en cuanto a la manera como torcieron la verdad del evangelio ni en cuanto a cómo atentaron contra sus conciencias, simplemente dice que los entregó a Satanás para que aprendan a no blasfemar. En el Nuevo Testamento, blasfemar no siempre significa hablar mal de Dios. Blasfemar también significa hablar en contra de la verdad, como en este caso, en contra de la verdad del evangelio. Esto de que Pablo entregó a Himeneo y Alejandro ha sido entendido por muchos en el sentido de que se trató de una mera excomunión. Es decir que Pablo sacó a estos dos creyentes de la iglesia local de modo que esta medida de disciplina produzca en ellos un arrepentimiento de su pecado para poder ser restaurados a la comunión de la iglesia local. La dificultad con esta manera de entender la situación es que la excomunión era una prerrogativa de la iglesia local, no de un apóstol. En 1 Corintios 5 Pablo no excomulgó al creyente que estaba en esa relación incestuosa con su madrastra, sino que sugirió a la iglesia local que lo haga. La otra manera de entender es que los apóstoles recibieron el poder para entregar a alguien a Satanás con la finalidad de que Satanás cause aflicción e inclusive la muerte en casos extremos, como sucedió en el caso de Ananías y Safira. Pero como toda medida de disciplina tiene un propósito correctivo. En este caso, para que Himeneo y Alejandro aprendan a no blasfemar. No se trataba de condenación a perdición eterna. Así que, en resumidas cuentas, este pasaje bíblico no está hablando de la posibilidad de que los creyentes pierdan su salvación, sino del castigo o la retribución que pueden sufrir los creyentes que se desvían de la buena doctrina y la buena conciencia.

    La cuarta cita se encuentra en 2 Timoteo 4:17.

    Demos lectura al texto que se encuentra en 2 Timoteo 4:17 donde dice: “Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león.” Segunda a Timoteo es la última carta que escribió el apóstol Pablo. Se encontraba preso en Roma a órdenes del temible y desquiciado emperador romano Nerón, personaje de triste recordación para el Cristianismo. Pablo tuvo que comparecer ante las autoridades romanas, como parte del proceso legal que se le estaba siguiendo. En su primera defensa ninguno de los suyos estuvo a su lado, pero hubo alguien que nunca le abandonó. Fue el Señor quien le dio fuerzas para poder anunciar el evangelio a todos los magistrados romanos que estuvieron presentes en la diligencia legal. La defensa de Pablo permitió que no sea ejecutado inmediatamente. A esto se refiere Pablo cuando dice que fue librado de la boca del león. La palabra león se usa metafóricamente para hablar posiblemente de Satanás, o de Nerón o del peligro en forma general. Cualquier interpretación es válida. En todo caso, no se trata en absoluto de que Pablo estuvo en peligro de perder su salvación.

  • ¿El obispo y diácono es igual a un pastor en un iglesia?

    En la iglesia donde me congrego sólo hay un anciano y diáconos y no quieren conseguir un pastor. Las personas que están al frente de la obra no cumplen con todo lo que tendrían que hacer ya que sólo nos vemos en los horarios de culto y no tenemos ayuda de consejería ni ninguna otra actividad, esto nos preocupa y no sabemos qué hacer ya que en varias ocasiones sólo hemos ido a calentar el puesto, pues nuestro espíritu esta por otro lado.

    Gracias por su consulta. Según la enseñanza del Nuevo Testamento, las palabras obispo, anciano y pastor son palabras sinónimas para designar a los líderes de una iglesia local, cuya cabeza es el Señor Jesús. Así que, si en la iglesia local donde usted se congrega existe un anciano, diríamos que existe ya un pastor o un obispo. Pero también el Nuevo Testamento enseña que en toda iglesia local debe haber más de un anciano, obispo o pastor, por cuanto el liderazgo tiene que ser plural. Diríamos entonces que está faltando al menos un pastor, obispo o anciano más. Usted dice que el actual liderazgo no está cumpliendo con su función. Parece que el anciano o pastor no está pastoreando la grey. Mi consejo es que usted hable directamente con él y le ofrezca su ayuda voluntaria para que entre los dos puedan cumplir con la noble tarea de pastorear la grey. No importa que usted no sea nombrado como anciano o pastor, no hace falta tener el oficio para poder cumplir con la función. Es muy posible que con su ayuda la iglesia local salga de esa especie de bache en el que ha caído y se levante para cumplir con lo que el Señor Jesús espera de ella. Es fácil detectar lo que está mal en una iglesia local, pero es difícil meter la mano en la obra para tratar de arreglar la situación. Esto es lo que el Señor demanda de usted y de cualquier creyente en cualquier iglesia local. La obra del Señor no la deben hacer solamente los líderes sino todos los creyentes bajo el liderazgo de los ancianos o pastores y guiados por el Espíritu Santo.

  • ¿Qué dice la biblia respecto a la iriología?

    ¿Qué dice la biblia respecto a la iriología?

     La iriología pretende realizar un diagnóstico de la enfermedades mediante la observación del iris del ojo. Según sus proponentes, cada órgano del cuerpo y cada función psíquica está representada por una zona del iris. Estas zonas o «campos orgánicos» están representados en un mapa del iris. «No es solamente el cuerpo «material» el que está proyectado en el iris, sino también el cuerpo energético» HYPERLINK «http://www.corazones.org/apologetica/practicas/» \l «1» 1. Quien estudie las claves de estos campos podría descubrir las enfermedades del paciente y hacer un diagnóstico. «De la misma manera que toda huella digital difiere de un individuo a otro, no existen dos iris que sean semejantes. Para practicar la iriología es necesario conocer tres cosas: 1.- La topografía del iris; 2.- su textura; 3.- su coloración.» 1En cuanto al origen, el médico húngaro, Ignaz Péczely, escribió en 1880 la «introducción al estudio del diagnóstico de los ojos». Pero ya había antecedentes. Se dice que sus orígenes se remontan a los egipcios en el siglo IV antes de Cristo. Quienes lo practican suelen llamarse iriólogos, homeópatas, acupuntores o naturópatas. Pero muchos lo practican sin título. Según una página web de iriología: «en Estados Unidos hay al presente más de 18.000 médicos iriólogos (sin contar los practicantes de la salud no médicos, que son cada vez más numerosos)». Estos pueden lucir como profesionales y utilizar computadoras para hacer sus análisis. ¿Qué dice la medicina? Estudios científicos demuestran que la iriología no es una ciencia. El Doctor Stephen Barrett, M.D. llama a esta práctica un «nonsense» o algo sin sentido. Veamos algunos de los estudios que se han hecho: En 1979 Bernard Jensen y otros dos iriólogos fallaron en una prueba científica en la que  examinaron las fotografías de los ojos de 143 personas para determinar cuales tenían problemas de riñones. Ninguno de los tres iriólogos fue capaz de detectar que pacientes tenían enfermedad de riñones y quienes estaban sanos. Por ejemplo, uno de los iriólogos decidió que el 88% de los pacientes sanos estaban enfermos. Otro iriólogo diagnosticó como saludables a 74% de los pacientes que estaban tan enfermos que necesitaban riñones artificiales. En 1980, un experimentado iriólogo australiano fue sometido a dos pruebas. En la primera examinó las fotos de 15 pacientes que habían sido ya evaluados médicamente y tenían un total de 33 problemas de salud. El iriólogo no diagnosticó ninguno de estos problemas. En tres casos logró nombrar al menos una parte del cuerpo que había tenido problemas pero falló completamente en los otros 30 e hizo 60 diagnósticos incorrectos. En una segunda prueba los ojos de cuatro personas fueron fotografiados cuando tenían buena salud y de nuevo cuando se declararon enfermos. El iriólogo hizo un gran número de diagnósticos incorrectos basado en las primeras fotos y no fue capaz de identificar con precisión ningún órgano que hubiera tenido un cambio cuando surgió el problema de salud. También se le pidió que comparase dos fotos del iris de una persona saludable, tomadas en un lapso de dos minutos. Hizo cinco diagnósticos incorrectos para la primera foto y cuatro diagnósticos diferentes, también incorrectos, sobre la segunda foto. En 1998, Eugene Emery, escritor de ciencia para el Providence Journal, puso a prueba la habilidad de dos practicantes de iriología. Ambos tuvieron muy pobres resultados. Hasta aquí lo que he encontrado en Internet en cuanto a la iriología. Si se asume que esta información es verídica no sería aconsejable que un creyente recurra a un iriólogo no por alguna razón espiritual sino para evitar caer en un posible engaño. Sin embargo, me gustaría hacer una observación en cuanto a esto que Mateo 6:22 apoya la iriología. Permítame leer el pasaje bíblico en Mateo 6:19-24 para tomar en cuenta el contexto. La Biblia dice: No os hagáis tesoros en la tierra,  donde la polilla y el orín corrompen,  y donde ladrones minan y hurtan;

    Mat 6:20  sino haceos tesoros en el cielo,  donde ni la polilla ni el orín corrompen,  y donde ladrones no minan ni hurtan.

    Mat 6:21  Porque donde esté vuestro tesoro,  allí estará también vuestro corazón.

    Mat 6:22  La lámpara del cuerpo es el ojo;  así que,  si tu ojo es bueno,  todo tu cuerpo estará lleno de luz;

    Mat 6:23  pero si tu ojo es maligno,  todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que,  si la luz que en ti hay es tinieblas,  ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

    Mat 6:24  Ninguno puede servir a dos señores;  porque o aborrecerá al uno y amará al otro,  o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

    El pasaje bíblico claramente tiene que ver con lo necio de hacernos tesoros en la tierra y lo sabio de hacernos tesoros en el cielo. El pasaje bíblico no está hablando de medicina. Cuando en el texto dice que la lámpara del cuerpo es el ojo, no está hablando de que el iris del ojo indica el estado de salud del individuo. De lo que está hablando el texto es de que la forma de ver la riqueza indica el estado espiritual de un individuo. Si un individuo ve a la riqueza como su meta máxima en la vida, entonces su estado espiritual es tinieblas, está totalmente perdido, pero si ese individuo ve a la riqueza como Dios la ve, es decir, simplemente como un medio para honrar a Dios por medio de ella, entonces su estado espiritual es luz, está bien espiritualmente. Una cosa es que yo posea riqueza para honrar a Dios por medio de ella, otra muy diferente que la riqueza me posea a mí para deshonrar a Dios por medio de ella. No se puede servir a Dios y a las riquezas.

  • ¿Los profetas puede predecir el futuro?

    Estamos mirando absortos la proliferación de apóstoles y profetas en medio de muchas iglesias evangélicas en toda América Latina. ¿Se ha preguntado por qué durante siglos, tal vez desde el segundo siglo hasta nuestro tiempo, no se hablaba de apóstoles y profetas en el cristianismo? Parece que es un movimiento muy moderno. ¿Será que la iglesia en general se equivocó por tanto siglos ignorando la presencia de apóstoles y profetas en su medio? Hace un par de semanas estaba escuchando a un predicador que hablaba sobre este moderno fenómeno y decía que según los que están dentro de esta moda, si alguien es pastor o anciano no es nadie, porque si quiere ser alguien debe tratar de ser al menos profeta, pero si puede aspirar a ser apóstol debe procurarlo más. Tal vez esta opinión sintetice el verdadero propósito detrás del surgimiento de tantos apóstoles y profetas. Existe un verdadero afán por encaramarse a las posiciones más altas, las de mayor jerarquía de modo que se pueda lograr el mayor respeto, la mayor autoridad, la mayor admiración de parte de los que están más abajo. Pero ¿Qué dice el Nuevo Testamento respecto a esta muy humana pero anti-bíblica manera de pensar? Para responder esta inquietud, permítame citar el pasaje bíblico en 1 Pedro 5:1-4. La Biblia dice: Ruego a los ancianos que están entre vosotros,  yo anciano también con ellos,  y testigo de los padecimientos de Cristo,  que soy también participante de la gloria que será revelada:

    1Pe 5:2  Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,  cuidando de ella,  no por fuerza,  sino voluntariamente;  no por ganancia deshonesta,  sino con ánimo pronto;

    1Pe 5:3  no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado,  sino siendo ejemplos de la grey.

    1Pe 5:4  Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,  vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.

    Estas palabras fueron escritas por Pedro, un genuino Apóstol. A pesar que como verdadero Apóstol, Pedro podía ordenar o exigir, no lo hace, sino que revestido de humildad ruega a los ancianos o pastores. Note que los ancianos o pastores de una iglesia local no están por encima de la congregación, sino que están entre la congregación. Esto significa que los ancianos o pastores no deben sentirse superiores al resto de la congregación. Son simplemente los primeros entre iguales. En esa posición están para servir no para ser servidos. Note lo que dice Marcos 10:42-45 Mas Jesús,  llamándolos,  les dijo:  Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas,  y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.

    Mar 10:43  Pero no será así entre vosotros,  sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,

    Mar 10:44  y el que de vosotros quiera ser el primero,  será siervo de todos.

    Mar 10:45  Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,  sino para servir,  y para dar su vida en rescate por muchos.

    Pero volviendo a nuestro texto en 1 Pedro 5, Pedro, un genuino Apóstol dice a los ancianos o pastores: Yo anciano también con ellos. Pedro no se sentía de ninguna manera superior a los ancianos o pastores, sino que se ve a sí mismo como uno más, anciano también con ellos. Esto es algo que no se ve en la mayoría de los modernos apóstoles y profetas. Supe de uno que para poder ir a “ministrar” entre comillas en determinado país, pone como condición volar en primera clase junto a todo su equipo, hospedarse en un hotel de cinco estrellas, tener a su disposición un auto nuevo para que le lleve desde el hotel hasta la plataforma donde está el púlpito desde el cual va a predicar, y una guardia armada que mantenga a la gente a distancia en todo momento. Esto sin contar con los $20,000 que demandan recibir por cada evento. Pedro era tan diferente. Como genuino Apóstol, continúa señalando que él es testigo de los padecimientos de Cristo. Esto es un requisito indiscutible para ser genuino Apóstol de Jesucristo. Los requisitos para ser Apóstoles de Jesucristo aparecen con más detalle en Hechos 1:21-22 dice: Es necesario,  pues,  que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,

    Act 1:22  comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,  uno sea hecho testigo con nosotros,  de su resurrección.

    ¿Quién se atrevería hoy en día afirmar que ha estado junto con los demás Apóstoles de Jesucristo todo el tiempo que el Señor Jesús estaba con ellos, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que fue ascendido al cielo? ¿Quién podría hoy en día decir como Pedro: Yo soy testigo de los padecimientos de Cristo? Nadie. Por tanto nadie puede hoy en día afirmar que es Apóstol de Jesucristo. Algunos dicen: Yo no soy Apóstol de Jesucristo, sino solamente apóstol, en el sentido que he sido enviado o comisionado por alguna iglesia local. Siendo así, ¿entonces por qué no usar la palabra misionero u obrero? Porque la clave está en usar la palabra apóstol por el supuesto prestigio que conlleva. Pablo siendo un genuino Apóstol de Jesucristo, dice que no es más que un anciano o pastor en medio de otros ancianos o pastores. Son muchos los que anhelan con vehemencia ser llamados apóstoles o profetas, ¿quién sabe que anhelarán ser llamados en un mañana? No han puesto atención a lo que el Señor Jesús dijo a los fariseos de su tiempo. Mateo 23:8-12 dice Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí;  porque uno es vuestro Maestro,  el Cristo,  y todos vosotros sois hermanos.

    Mat 23:9  Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra;  porque uno es vuestro Padre,  el que está en los cielos.

    Mat 23:10  Ni seáis llamados maestros;  porque uno es vuestro Maestro,  el Cristo.

    Mat 23:11  El que es el mayor de vosotros,  sea vuestro siervo.

    Mat 23:12  Porque el que se enaltece será humillado,  y el que se humilla será enaltecido.

    No hace falta anteponer un título como apóstol, profeta, reverendo y tantos otros más, antes de nuestro nombre para poder servir al Señor. Tal vez el título más honroso que alguien puede poner antes de su nombre es simplemente “hermano” Pedro también hace referencia al hecho de ser participante de la gloria que será revelada. Tal vez es una alusión a su experiencia en el monte de la Transfiguración, cuando junto a Jacobo y a Juan, otros genuinos Apóstoles, contemplo la gloria divina del Señor Jesús, la misma gloria que todos compartiremos cuando estemos con él en el cielo. Pero ni siquiera esto le hizo sentir superior a los otros ancianos o pastores. Luego Pedro exhorta a los ancianos o pastores a pastorear la grey de Dios entre la cual están ellos también. La grey no es del pastor o del anciano o de la denominación. La grey pertenece a Dios. Los ancianos o pastores deben cuidar de la grey de Dios no como ellos quieren sino como Dios quiere. No por fuerza, esto significa sin sentirse obligados a ello, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto. La ganancia deshonesta ocurre cuando se usa el oficio de anciano o pastor para sacar beneficio material personal. Un famoso apóstol afirmó que Dios le había revelado que estaba por sobrevenir un gran avivamiento sobre América Latina que cuyo fuego se iba a iniciar en Ecuador. Este apóstol supuestamente había sido enviado por Dios a Ecuador para imponer sus manos en pastores ecuatorianos de modo que lleguen a ser apóstoles y sean el instrumento que Dios use para este avivamiento. Los que querían tan honroso título tenían que pagar la módica cantidad de $5,000 dólares. ¿De cuando acá alguien tiene el poder de declarar a otro apóstol? ¿De cuando acá se vende el título de apóstol? Ni me imagino la cantidad de dinero que habrá acumulado este hombre de esta manera, porque el mismo cuento lo usó en varios otros países. La manera que un anciano o pastor debe cuidar de la grey de Dios es no como teniendo señorío sobre los que están a su cuidado. Esto significa sin ser un dictador. La forma correcta es siendo ejemplos de la grey. El ejemplo de vida que se ve en muchos apóstoles y profetas no es digno de imitarse. Los ancianos o pastores que ejercen bien su función serán galardonados por el Señor Jesucristo, el Príncipe de los pastores. El galardón o la recompensa será la corona incorruptible de gloria. Qué gran ejemplo que nos deja este genuino Apóstol quien a ningún momento se jactó de su posición como Apóstol, sino que se puso en el mismo nivel que todos los ancianos o pastores. Si esto lo tomaran en cuenta los ancianos o pastores de la actualidad no estarían buscando con tanto afán ser reconocidos como apóstoles o profetas.

  • ¿Si recibo a Cristo de manera real quiere decir que en el día del juicio eterno seré rescatada por Él?

    «Ciertamente si usted ha recibido a Cristo como Salvador, está libre de ser condenado por la eternidad en el infierno» Al leer esto me vino una pregunta a la mente y quisiera que por favor me la aclaren, y es la siguiente: ¿Quiere decir que el simple hecho de recibir a Cristo como mi Salvador de una manera real y verdadera me da total y completa seguridad que en el día del juicio eterno seré rescatada por Él? ¿Significa esto que los que no son salvos, recibirán castigo en grados diferentes?

    Lo que usted ha leído significa que cuando una persona recibe a Cristo como su Salvador, ha sido justificada delante de Dios y por tanto está libre de la condenación por el pecado. Romanos 5:1-2 dice: Justificados,  pues,  por la fe,  tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;

    Rom 5:2  por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,  y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

    La justificación es un término legal que significa que Dios declara justo al pecador que ha depositado su fe en la persona y obra del Señor Jesucristo. Para que esto ocurra fue necesario que el Hijo de Dios, el Señor Jesucristo muera en la cruz del calvario tomando el lugar del pecador. El pecado y los pecados del pecador que confía en Cristo como Salvador, ya han sido juzgados por Dios cuando ese pecador recibió a Cristo como Salvador, de modo que el creyente no tiene por qué presentarse a un juicio para saber si va o no va a ser salvo. Observe lo que dice Romanos 8:1 hablando de los que hemos sido justificados y por tanto estamos en Cristo Jesús. La Biblia dice: Ahora,  pues,  ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,  los que no andan conforme a la carne,  sino conforme al Espíritu.

    En cambio con el incrédulo es un asunto totalmente diferente. Cuando un pecador sale de este mundo sin haber sido perdonado de su pecado por no haber recibido a Cristo como Salvador, tiene que enfrentar un juicio por su pecado. Se llama el Juicio del gran trono blanco, del cual habla Apocalipsis 20:11-15 donde dice: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él,  de delante del cual huyeron la tierra y el cielo,  y ningún lugar se encontró para ellos.

    Rev 20:12  Y vi a los muertos,  grandes y pequeños,  de pie ante Dios;  y los libros fueron abiertos,  y otro libro fue abierto,  el cual es el libro de la vida;  y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,  según sus obras.

    Rev 20:13  Y el mar entregó los muertos que había en él;  y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos;  y fueron juzgados cada uno según sus obras.

    Rev 20:14  Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.  Esta es la muerte segunda.

    Rev 20:15  Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

    Note que los que mueran sin haber sido perdonados de sus pecados, resucitarán con la finalidad de presentarse a este juicio en el cual serán juzgados por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Es decir conforme a la gravedad de sus obras malas. Ninguno de los que se presenten a este juicio será absuelto. Todos, absolutamente todos serán arrojados al lago de fuego o al infierno con la única diferencia que algunos recibirán peor castigo que otros. Se trata de determinar el grado de castigo en el infierno. Que en el infierno existen grados de castigo se desprende del hecho que los condenados van a ser juzgados según sus obras, y de pasajes bíblicos en los cuales el Señor Jesucristo habló en el sentido que el castigo para uno va a ser mayor que el castigo para otros. Note lo que dice Mateo 10:15 De cierto os digo que en el día del juicio,  será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra,  que para aquella ciudad.

    Es obvio que el castigo para aquella ciudad será más drástico que el castigo para Sodoma y Gomorra. Uno de los beneficios grandiosos de recibir a Cristo como Salvador ahora es que no tendremos que presentarnos a ningún juicio para ser condenados conforme a la gravedad de nuestras malas obras.

  • ¿Satanás puede acceder a la presencia de Dios?

    En mi estudio bíblico de Apocalipsis, llegué al capítulo 12:8-9 donde dice: “pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” Siendo que Satanás fue el primer pecador, ¿cómo es que aun podía acceder a la presencia de Dios?

    Satanás y sus demonios fueron expulsados del cielo, a partir del instante cuando se rebeló contra Dios. Ezequiel 28:11-19 dice: Vino a mí palabra de Jehová,  diciendo:

    Eze 28:12  Hijo de hombre,  levanta endechas sobre el rey de Tiro,  y dile:  Así ha dicho Jehová el Señor:  Tú eras el sello de la perfección,  lleno de sabiduría,  y acabado de hermosura.

    Eze 28:13  En Edén,  en el huerto de Dios estuviste;  de toda piedra preciosa era tu vestidura;  de cornerina,  topacio,  jaspe,  crisólito,  berilo y ónice;  de zafiro,  carbunclo,  esmeralda y oro;  los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.

    Eze 28:14  Tú,  querubín grande,  protector,  yo te puse en el santo monte de Dios,  allí estuviste;  en medio de las piedras de fuego te paseabas.

    Eze 28:15  Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado,  hasta que se halló en ti maldad.

    Eze 28:16  A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad,  y pecaste;  por lo que yo te eché del monte de Dios,  y te arrojé de entre las piedras del fuego,  oh querubín protector.

    Eze 28:17  Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,  corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;  yo te arrojaré por tierra;  delante de los reyes te pondré para que miren en ti.

    Eze 28:18  Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario;  yo,  pues,  saqué fuego de en medio de ti,  el cual te consumió,  y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.

    Eze 28:19  Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti;  espanto serás,  y para siempre dejarás de ser.

    Sin embargo, la Biblia afirma que Satanás y sus ángeles o demonios, conservaron el privilegio del acceso al cielo, no para hacer morada sino momentáneamente con algún propósito específico. Esto se comprueba por lo que dice Job 1:6-11. Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios,  entre los cuales vino también Satanás.

    Job 1:7  Y dijo Jehová a Satanás:  ¿De dónde vienes?  Respondiendo Satanás a Jehová,  dijo:  De rodear la tierra y de andar por ella.

    Job 1:8  Y Jehová dijo a Satanás:  ¿No has considerado a mi siervo Job,  que no hay otro como él en la tierra,  varón perfecto y recto,  temeroso de Dios y apartado del mal?

    Job 1:9  Respondiendo Satanás a Jehová,  dijo:  ¿Acaso teme Job a Dios de balde?

    Job 1:10   ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene?  Al trabajo de sus manos has dado bendición;  por tanto,  sus bienes han aumentado sobre la tierra.

    Job 1:11  Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene,  y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

    Hoy en día, Satanás es el príncipe de la potestad del aire, tiene control del sistema mundial en el cual estamos los creyentes pero no somos parte de él. Una de las obras de Satanás es justamente acusar día y noche a los creyentes. Pero el privilegio de Satanás y sus demonios de tener acceso a la presencia de Dios para acusar a los creyentes terminará en el momento que Dios ha establecido para eso. De esto nos habla Apocalipsis 12:7-10. Después hubo una gran batalla en el cielo:  Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón;  y luchaban el dragón y sus ángeles;

    Rev 12:8  pero no prevalecieron,  ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

    Rev 12:9  Y fue lanzado fuera el gran dragón,  la serpiente antigua,  que se llama diablo y Satanás,  el cual engaña al mundo entero;  fue arrojado a la tierra,  y sus ángeles fueron arrojados con él.

    Rev 12:10  Entonces oí una gran voz en el cielo,  que decía:  Ahora ha venido la salvación,  el poder,  y el reino de nuestro Dios,  y la autoridad de su Cristo;  porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,  el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

    Su conflicto descansa en comprender como un ser tan perverso y archi enemigo de Dios, pueda tener acceso al cielo al menos hasta cuando Dios lo confine a la esfera terrenal. Lo que pasa es que aunque a él no le guste, Satanás no es sino un mero títere en las hábiles manos de Dios soberano. Dios usa a Satanás para cumplir con su plan soberano. Alguien ha dicho que Satanás se mueve solamente hasta donde le alcance la cadena que le ha puesto Dios. La comparecencia de Satanás en la esfera celestial es para acusar a los creyentes, no para tener comunión con Dios. Siendo así, sus comparecencias de ninguna manera atentan contra la santidad de Dios.